Apagones masivos y economía digital: Una combinación peligrosa
- Walter Rivera
- hace 41 minutos
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Cuando la electricidad desaparece, no solo se apagan las luces. Se detiene el transporte, colapsan las comunicaciones y se paralizan operaciones bancarias, médicas y comerciales. Los recientes apagones ocurridos en España y Chile ponen en evidencia la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas y la urgencia de contar con soluciones de respaldo que garanticen continuidad operativa.

(M&T)-. El 28 de abril, España y Portugal experimentaron una interrupción eléctrica que desconectó al sistema ibérico de la red europea. En solo cinco segundos, se perdieron 15 GW de energía, equivalente al 60% del consumo en ese momento. Una semana antes, Chile sufrió un apagón nacional que afectó a 8 millones de hogares, causado por un fallo en una línea de transmisión de 500 kV a lo largo de 2,400 km.
Estos eventos confirman una realidad crítica: la infraestructura energética no está preparada para soportar ciertas contingencias, y los efectos pueden extenderse a todos los sectores productivos.
Los UPS como primera línea de defensa
En este escenario, los sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) ya no son un lujo, sino una herramienta esencial para proteger hospitales, data centers, comercios y entidades financieras. Soluciones como los Smart-UPS monofásicos permiten proteger operaciones en oficinas y puntos de venta, mientras que los Galaxy UPS trifásicos aseguran continuidad en cargas críticas como telecomunicaciones, bancos y centros hospitalarios.
“Contar con este tipo de tecnología permite tener un rendimiento confiable y estable, incluso ante fluctuaciones eléctricas o picos de tensión”, explicó Gabriel Estay, director de Secure Power y Data Center para el Clúster Andino. Además, destacó que las baterías de litio utilizadas en los nuevos modelos tienen una vida útil de hasta 10 años, reduciendo costos técnicos y mejorando la eficiencia.
Continuidad operativa para proteger la economía
El corte eléctrico no solo representa incomodidad; implica pérdidas económicas directas. Servicios de pago detenidos, redes caídas y operaciones interrumpidas afectan la productividad y la confianza. Sectores como salud, banca, comercio electrónico y logística requieren hoy más que nunca respaldo energético automatizado y de respuesta inmediata.
La implementación de estos sistemas no puede seguir postergándose. Las empresas deben considerar el respaldo energético como parte de su estrategia de continuidad, especialmente en un contexto global donde los eventos climáticos extremos y las fallas técnicas son cada vez más frecuentes.
Aprender la lección antes de que sea tarde
Tanto en Europa como en América Latina, las autoridades lograron restablecer el suministro eléctrico en cuestión de horas. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿estamos preparados para una próxima vez?
Invertir en resiliencia energética se vuelve indispensable para garantizar no solo el funcionamiento básico de las sociedades modernas, sino también la confianza de los mercados y la estabilidad de la economía.