Trabajo significativo: La tendencia que transforma la gestión del talento
- M&T

- 13 ago
- 2 Min. de lectura
Los tiempos en que el prestigio laboral se medía únicamente por el salario y el cargo han quedado atrás. En la actualidad, millennials y centennials están redefiniendo lo que significa tener un “buen trabajo”, priorizando entornos que les ofrezcan sentido, bienestar y conexión personal con lo que hacen.

(M&T)–. Este giro cultural está transformando la forma en que las empresas diseñan sus ofertas de valor, gestionan talento y proyectan su propósito.
La Encuesta Global 2025 de Generación Z y Millennials de Deloitte reveló que más del 89 % de los encuestados considera el propósito como un factor clave para su satisfacción en el trabajo. Junto con la seguridad financiera y el bienestar personal, estos elementos conforman lo que Deloitte denomina la “dinámica trilogía” que guía sus decisiones laborales: dinero, propósito y bienestar.
Esta visión también ha impactado el liderazgo. Las organizaciones que han comprendido este cambio están transitando de la lógica de “retención” hacia la de “atracción auténtica”. Es decir, en lugar de ofrecer únicamente beneficios económicos, buscan construir culturas internas donde el bienestar emocional, la flexibilidad y el impacto social sean parte integral de la propuesta.
El concepto de trabajo significativo no está ligado a sectores específicos. Un desarrollador de software, una maestra o un emprendedor pueden experimentar propósito si sienten que sus tareas generan valor real, que su voz es escuchada y que su esfuerzo tiene coherencia con sus principios. La clave está en conectar lo que se hace con lo que se cree.
Además, el propósito actúa como motor de compromiso. Estudios en psicología organizacional indican que las personas que encuentran sentido en su trabajo tienen menor rotación, mayor rendimiento y niveles más altos de resiliencia frente a la presión. Esto representa una ventaja competitiva clave para las empresas que logran integrar el propósito como parte de su estrategia, no solo como un mensaje de marca.
Los esquemas rígidos, la falta de escucha activa y los entornos jerárquicos poco humanos son vistos por estas nuevas generaciones como señales de advertencia. En contraste, el liderazgo colaborativo, la transparencia y el espacio para el crecimiento personal se vuelven factores diferenciadores.
En este contexto, el reto para las empresas no es solo contratar talento joven, sino crear espacios donde ese talento quiera quedarse, desarrollarse y comprometerse con una visión compartida. Porque hoy más que nunca, el trabajo no se mide solo en ingresos, sino en significado.









Comentarios