Economía digital : Luces y sombras de una transformación desigual
- Walter Rivera
- hace 2 días
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América Latina transita hacia una economía digital con avances notables, pero también con profundas desigualdades. Mientras florecen startups y se expande el comercio electrónico, millones aún están desconectados. El reto no es solo innovar, sino incluir.

(M&T)- América Latina avanza hacia la digitalización, pero lo hace por caminos dispares. En un mismo ecosistema conviven unicornios tecnológicos y regiones sin cobertura básica de internet. La economía digital crece, genera empleo y atrae inversión, pero también deja en evidencia las brechas estructurales que impiden una transformación más equitativa e inclusiva.
El comercio electrónico, los pagos digitales, el teletrabajo y la automatización están reconfigurando sectores clave. La pandemia aceleró la digitalización en banca, salud, educación y servicios públicos, impulsando plataformas, apps y soluciones tecnológicas. Sin embargo, el ritmo de adopción es desigual entre países, empresas y niveles socioeconómicos.
Mientras países como Brasil, México, Colombia o Chile concentran la mayor parte de la innovación tecnológica, otras economías enfrentan rezagos por falta de infraestructura, inversión o marcos regulatorios adecuados. Según CEPAL, más del 30% de los hogares rurales en América Latina aún no tiene acceso a internet de calidad.
El sector privado lidera muchas de las transformaciones, pero enfrenta cuellos de botella. Las pymes, que representan el 99% del tejido empresarial regional, todavía tienen bajos niveles de digitalización. Sin una estrategia clara de transformación digital, estas empresas corren el riesgo de quedar fuera de cadenas productivas más competitivas.
El talento también es un factor determinante. Aunque América Latina cuenta con una fuerza laboral joven y creativa, existe escasez de perfiles en áreas como programación, ciberseguridad, análisis de datos y desarrollo de software.Esto limita el crecimiento de startups y retrasa la adopción de tecnologías avanzadas como inteligencia artificial o blockchain.
Además, la economía digital plantea nuevos desafíos regulatorios: protección de datos, fiscalidad digital, competencia y derechos laborales en plataformas. Muchos países aún carecen de marcos legales sólidos para responder a los retos de esta nueva realidad productiva.
La digitalización puede ser una palanca de inclusión, pero solo si se abordan sus asimetrías. Cerrar las brechas tecnológicas es tan importante como impulsar la innovación. De lo contrario, América Latina corre el riesgo de consolidar una economía digital fragmentada y excluyente.
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