Los quejosos anónimos son los que no desean ser identificados y buscan cualquier instancia para quejarse de la mala atención de empresas o negocios, el asunto es que no les gusta dar su nombre.
Por: Patricia Arias,
CEO de ComuincArte, speaker internacional, escritora y coach.
(M&T)-. Recordé, hace unos 2 años atrás, en un intercambio de expresiones con mis compañeros de estudio del coaching, les compartía que en mis conferencias yo les enseño a mi auditorio, lo fácil que es caer en la queja, de manera inconsciente y como, a su vez, existen diferentes quejosos.
Los quejosos anónimos son los que no desean ser identificados y buscan cualquier instancia para quejarse de la mala atención de empresas o negocios, el asunto es que no les gusta dar su nombre, por que en medio de la queja hay intrínsecamente colocado una gran dosis de emocionalidad y por ello eso los hace ser tendenciosos y hasta mentirosos.
Los quejones reincidentes son aquellos que tu ya sabes, que no te resolverán casi nada de lo que les solicites, porque siempre estarán asegurando que eso:” No se puede”, “Es imposible de lograr” o “No sé cómo se hace”.
¿Qué dice la Programación Neurolingüística PNL?
Mario Farinola, Practitioner de PNL, investigador sobre temas de mejora y desarrollo personal, expresa que la PNL: “Es accesible para todos aquéllos que necesiten mejorar su vida personal y laboral.”
Por otra parte, Farinola expresa que existen ejercicios desde la perspectiva del Coaching y la PNL para cambiar estados de quejas que tienen que ver con elevar la autoestima, conectarte con tus sueños, liberar la emociones de frustración y hasta cambiar estados de ánimo que te llevan a quejarte todo el tiempo y de todo lo que acontece a tu derredor.
Lo primero es aceptar que eres “quejoso”.
Lo demás vendrá con la forma consciente de dejar de hacerlo, claro que, en demasía, porque habrá veces que la queja te lleve, a que otros reconsideren, posturas y formas de actuar que hasta a ellos les favorecerá.
¿Conversamos con nosotros mismos?
Desde la perspectiva del coaching, la respuesta es: Sí. Es por ello que estas conversaciones privadas o diálogos internos que mantenemos con nosotros mismos pueden generar, en un momento determinado, estados de ánimos indeseados y problemáticos.
Sucintamente, a esto yo le llamo queja.
Cada vez que te quejas en forma reincidente, agotas tu sistema nervioso y hasta puedes llegar a sentir un vacío , de tal manera que tu energía sea drenada.
¿Haz un análisis y si muchos te lo han dicho y no parecías hacer eco de esa afirmación, piensa en por qué no avanzas?, la respuesta podría ser: La queja desmedida, pesada mochila que te lo impide.
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