Salud digital: telemedicina, expedientes electrónicos y apps de salud preventiva en Centroamérica
- Walter Rivera
- hace 2 horas
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La pandemia aceleró un cambio que venía gestándose en silencio: la transformación digital del sector salud.

(M&T)-. En América Latina, y particularmente en Centroamérica, los sistemas públicos y privados comenzaron a integrar tecnología no solo para mejorar la atención médica, sino también para expandir su alcance, reducir costos y promover el autocuidado. Hoy, la salud digital es una de las herramientas más prometedoras para enfrentar los retos estructurales del sistema.
El componente más visible de esta transformación ha sido la telemedicina. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el uso de consultas médicas remotas en la región creció más de 400 % entre 2020 y 2022. En países como El Salvador, Costa Rica y Guatemala, clínicas privadas, hospitales públicos y aseguradoras han desarrollado plataformas que permiten a los pacientes recibir atención sin salir de casa. En zonas rurales, esto ha sido clave para reducir brechas de acceso y tiempos de espera.
Pero la salud digital no se detiene en la videollamada. Uno de los pilares que está cobrando fuerza es el expediente clínico electrónico (ECE). Este sistema permite almacenar, actualizar y compartir el historial médico del paciente de forma segura y centralizada.
En Costa Rica, por ejemplo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) implementó un ECE que ha mejorado la continuidad de atención y reducido errores clínicos. En Panamá y Nicaragua, también se han iniciado proyectos piloto con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Otro frente emergente son las aplicaciones móviles para la salud preventiva. Desde apps para seguimiento de enfermedades crónicas (como diabetes e hipertensión), hasta plataformas de salud mental, nutrición y actividad física, los usuarios tienen cada vez más herramientas en su bolsillo para tomar decisiones informadas sobre su bienestar. Según datos de Statista, más del 48 % de los centroamericanos conectados ha utilizado alguna app de salud al menos una vez en el último año.
Este avance tecnológico también plantea desafíos importantes. La protección de datos personales, la interoperabilidad entre sistemas, la capacitación del personal médico y la conectividad digital siguen siendo barreras relevantes. En países como Honduras y Guatemala, donde el acceso a internet aún es limitado en varias regiones, la expansión de la salud digital debe ir acompañada de políticas públicas inclusivas y marcos regulatorios sólidos.
Pese a los retos, el potencial transformador es enorme. La digitalización permite no solo atender enfermedades, sino prevenirlas. Permite monitorear poblaciones en tiempo real, optimizar recursos y reducir inequidades históricas. Como destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “la salud digital puede ser un motor para el desarrollo sostenible y la cohesión social si se implementa con visión y equidad”.
Centroamérica tiene la oportunidad de dar un salto estructural si combina innovación tecnológica con enfoque humano. La salud digital no es solo una modernización del sistema, es la posibilidad de acercar la medicina a quienes más la necesitan y empoderar al ciudadano como protagonista de su propio bienestar.