Nuevas tasas de interés de referencia y su impacto en el crédito regional
- Walter Rivera
- 7 jul
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Actualizado: 8 jul
Los bancos centrales de América Latina han iniciado un ciclo de reducción de tasas para estimular el crecimiento, pero el efecto sobre el crédito aún es mixto. Las decisiones recientes muestran señales claras de alivio monetario, aunque los riesgos inflacionarios y la cautela bancaria moderan el entusiasmo.

(M&T)- El Banco Central de Costa Rica redujo en junio su Tasa de Política Monetaria a 4,50%, mientras que el Banco de la República de Colombia la bajó a 9,25%, y el Banco Central de Brasil la mantiene en tendencia descendente desde mediados de 2024. Estos movimientos buscan abaratar el crédito e impulsar la actividad económica, especialmente en sectores como construcción, consumo e inversión productiva. Sin embargo, expertos como BBVA Research advierten que la transmisión del estímulo monetario hacia los hogares y las empresas no es inmediata ni uniforme.
En Centroamérica, la reducción de tasas no ha tenido aún un efecto pleno sobre los costos del crédito comercial y personal. Bancos en Guatemala y El Salvador mantienen tasas activas altas (por encima del 14% en promedio) debido a estructuras bancarias menos competitivas, mayores primas de riesgo y regulación prudencial más conservadora. Además, el endeudamiento informal sigue siendo una válvula de escape para segmentos no bancarizados, lo cual complica la efectividad de la política monetaria tradicional.
En países dolarizados como Panamá y El Salvador, las tasas de referencia están influenciadas directamente por la Reserva Federal de EE. UU. Aunque la Fed inició recortes graduales este año, los efectos en estos países son más lentos debido a la alta dependencia de flujos internacionales y condiciones de riesgo-país.
El crédito hipotecario muestra señales mixtas. En mercados como Costa Rica y República Dominicana, los bancos ya promueven tasas más atractivas para compra de vivienda, con financiamientos fijos entre 7% y 9%. No obstante, el acceso sigue restringido para sectores informales o sin historial bancario formal, según un reporte del BID Invest publicado en mayo 2025.
Los bancos regionales también enfrentan presiones para mantener márgenes saludables. Con tasas pasivas aún elevadas para retener depósitos, la rentabilidad por intermediación financiera se ve tensionada. Esto los obliga a ser más selectivos al colocar créditos, privilegiando clientes de bajo riesgo o con historial consolidado.
En conclusión, aunque los recortes de tasas son un paso positivo hacia la dinamización del crédito en la región, su efecto dependerá de factores estructurales locales, la solidez de los sistemas financieros y la confianza de los consumidores. La inclusión financiera, la competencia bancaria y la regulación coherente siguen siendo clave para que esta política monetaria expansiva tenga un impacto real en la economía.
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