La doble presión sobre la industria biofarmacéutica
- Walter Rivera
- hace 2 días
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La automatización ya no es opcional: el nuevo rostro de la producción biofarmacéutica

(M&T)-. El sector biofarmacéutico atraviesa una transformación profunda impulsada por factores convergentes: mayor complejidad regulatoria, escasez de talento técnico y una necesidad creciente de escalar operaciones con rapidez y precisión. Frente a este panorama, la adopción de tecnologías modulares y soluciones digitales ya no es solo una ventaja competitiva, sino una estrategia de supervivencia en un entorno altamente regulado y cambiante.
En este contexto, la automatización emerge como un factor decisivo para redefinir los procesos de manufactura en la industria farmacéutica, especialmente en un escenario donde la trazabilidad, la velocidad de producción y la eficiencia operativa son imperativos estratégicos. Según un estudio reciente de Visiongain, el mercado global de automatización biofarmacéutica alcanzó los 1.950 millones de dólares en 2024 y crecerá un 7% anual hasta 2034, empujado por la necesidad de mayor flexibilidad operativa y la falta de mano de obra calificada, que ya afecta al 8% del personal en el sector.
En este entorno desafiante, Rockwell Automation (compañía global con presencia en más de 100 países) anunció la versión 12.00 de su sistema de ejecución de fabricación (MES) llamado FactoryTalk® PharmaSuite®. Esta actualización está diseñada para responder a los requisitos más exigentes de producción digital en entornos regulados, integrando capacidades clave como una arquitectura modular, despliegue en la nube sobre contenedores Linux (Kubernetes) y herramientas automatizadas de configuración para agilizar la validación.
Uno de los diferenciadores de esta nueva versión es MICKA, una herramienta que permite reducir las tareas manuales durante la instalación, cumpliendo con marcos normativos estrictos. A ello se suman capacidades de monitoreo centralizado para detección temprana de errores, infraestructura de ciberseguridad robusta y un diseño alineado con estándares internacionales para garantizar continuidad operativa y cumplimiento.
Martin Petrick, gerente comercial de MES en Rockwell Automation, destacó que “esta nueva versión permite a los fabricantes de ciencias biológicas adoptar la producción digital modular manteniendo estándares elevados de rendimiento y conformidad”. También subrayó que el despliegue flexible en esquemas híbridos o en la nube simplifica la expansión global y reduce los costos de validación, un aspecto cada vez más valorado por la industria.
Diversas organizaciones coinciden en que muchas soluciones MES tradicionales son percibidas como rígidas, costosas y difíciles de adaptar. Frente a ello, PharmaSuite 12.00 se presenta como una plataforma ágil, escalable y preparada para los retos del entorno biofarmacéutico moderno.
En un mercado donde la demanda de medicamentos accesibles y seguros continúa creciendo, las compañías deben equilibrar velocidad, cumplimiento y trazabilidad. La automatización, lejos de ser una moda, es ya una pieza estratégica para navegar la tensión entre innovación y regulación.