¿Herramienta económica o presión política? El nuevo uso de los aranceles por parte de Trump
- Editorial
- 3 abr
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El pasado 2 de abril de 2025, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció un nuevo paquete de aranceles que impactarán a varios socios comerciales a nivel global.


Por: Ariel Castro
Comunicador Social y Analista Político
(M&T)-. Entre las medidas más drásticas se encuentran un arancel del 34% a las importaciones provenientes de China, un 20% para productos de la Unión Europea y un 10% generalizado para el Reino Unido y otros países del mundo.
En cuanto a Centroamérica, aunque no se ha contemplado un arancel superior al 10% ( con excepción de Nicaragua), la región no está exenta de las consecuencias de esta guerra comercial, que se perfila como una estrategia de presión política más que una simple medida económica.
Centroamérica en la incertidumbre
Aunque no se han anunciado aranceles específicos para Centroamérica, las exportaciones de la región podrían verse afectadas por la aplicación generalizada de nuevas tarifas de importación en EE.UU. La economía de muchos de estos países depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, por lo que cualquier barrera comercial podría provocar efectos negativos en sectores clave como la manufactura, los textiles y la agricultura.
Además, la expulsión de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR), anunciada en febrero de 2025, demuestra que la administración Trump está dispuesta a utilizar el comercio como una herramienta de castigo político. Esto ha generado preocupación entre los países centroamericanos, quienes podrían enfrentar represalias económicas si sus gobiernos no se alinean con los intereses de Washington.
Aranceles con agenda política
Si bien la administración Trump está presentando estas medidas como un intento de fortalecer la economía estadounidense y reducir el déficit comercial, en realidad estas políticas tienen un claro trasfondo político. La estrategia de presionar a sus socios comerciales con barreras arancelarias busca obligar a los países a alinearse con la agenda geopolítica de Washington.
Esta táctica ya ha sido utilizada en el pasado por el expresidente Trump durante su primer mandato (2017-2021), cuando amenazó con imponer aranceles a México si no reforzaba sus medidas migratorias.
En este contexto, Centroamérica podría verse obligada a tomar decisiones políticas y diplomáticas influenciadas por la amenaza de represalias económicas. Los países que se resistan a alinearse con los intereses de Washington podrían enfrentar nuevas barreras comerciales, lo que afectaría gravemente sus economías ya frágiles.
El intento de EE.UU. por recuperar su hegemonía
Estas medidas también reflejan un intento de Estados Unidos por recuperar su influencia política y económica en un mundo cada vez más multipolar. En las últimas décadas, EE.UU. ha perdido su posición como la única superpotencia global, debido al ascenso de nuevos ejes de poder como China y una Unión Europea más independiente en sus políticas comerciales.
La agresiva política arancelaria de Trump parece ser un esfuerzo por reafirmar el dominio estadounidense en el comercio mundial, obligando a los países a elegir entre alinearse con Washington o enfrentar consecuencias económicas.
El escenario que se perfila es de creciente tensión en el comercio global, con Centroamérica atrapada en medio de una pugna entre potencias. Mientras la región espera conocer el impacto exacto de estas nuevas medidas, queda claro que los aranceles de Trump son más que simples herramientas económicas: son instrumentos de presión política en un mundo que se mueve hacia un nuevo orden global.
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