¿Qué sectores liderarán la nueva ola de adquisiciones?
- Walter Rivera

- hace 5 horas
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Tras varios años de cautela derivada de la inflación, el endurecimiento monetario y la volatilidad global, el mercado de fusiones y adquisiciones comienza a mostrar señales de recuperación.

(M&T)-. De cara al 2026, los inversionistas están reactivando su interés por comprar compañías estratégicas, especialmente en sectores que han logrado consolidar modelos estables y escalables. En este nuevo ciclo, América Latina y el Caribe se posicionan nuevamente como territorios atractivos, aunque con desafíos que exigen evaluación cuidadosa.
De acuerdo con estimaciones de firmas globales de consultoría financiera, las transacciones corporativas podrían crecer entre 12% y 18% en 2026, impulsadas por tres factores: mayor claridad en las tasas de interés, revalorización de activos después de años de corrección y un renovado apetito por expansión internacional. Sectores como tecnología, energía, salud, agroindustria y servicios digitales se perfilan como los más dinámicos, especialmente por su capacidad de generar flujo de caja y escalar rápidamente.
En América Latina, el proceso es similar pero no idéntico. Los inversionistas extranjeros observan oportunidades en mercados como México, Colombia, Brasil, Costa Rica y Chile, donde la estabilidad relativa y el crecimiento de sectores estratégicos generan valor. Al mismo tiempo, los grupos empresariales regionales están ampliando adquisiciones para integrar cadenas de suministro, diversificar portafolios y fortalecer presencia regional, respondiendo a la necesidad de ganar escala en mercados cada vez más competitivos.
Sin embargo, el repunte de fusiones y adquisiciones también está marcado por cautela. Las empresas buscan información más profunda sobre riesgos regulatorios, gobernanza interna, exposición a deuda y sostenibilidad financiera. En sectores sensibles —como fintech, logística o energías renovables— el apetito existe, pero acompañado de procesos de debida diligencia más rigurosos, impulsados por regulaciones más estrictas y expectativas de transparencia por parte de inversionistas institucionales.
Otro elemento clave es la adopción de tecnologías que facilitan la integración postadquisición. Plataformas de análisis de datos, automatización de procesos y herramientas de inteligencia artificial ayudan a acelerar la consolidación operativa entre empresas compradoras y adquiridas, reduciendo tiempos y maximizando sinergias. La eficiencia en este proceso es determinante para garantizar el retorno de inversión en plazos razonables.
De cara al 2026, la gran pregunta no es solo si regresará el apetito por comprar empresas, sino qué tipos de compañías serán las más atractivas. Todo indica que las organizaciones con modelos sostenibles, eficiencia operativa, buena gestión financiera y visión regional serán las más buscadas. En un entorno desafiante, la nueva ola de fusiones y adquisiciones promete mayor sofisticación, pero también oportunidades para quienes logren adaptarse.









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