Los líderes del presente trabajan con datos, no con suposiciones
- Walter Rivera
- hace 1 día
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Algunos líderes siguen esperando que sus negocios evolucionen con las fórmulas del pasado. Pero en un entorno donde la innovación se mueve a la velocidad del algoritmo, mantener un liderazgo desconectado de lo digital es más que un riesgo: es una sentencia de irrelevancia.

(M&T)-. No basta con adoptar tecnología; se necesita una transformación profunda en la forma de pensar, decidir y liderar.
El liderazgo digital no se trata de conocer cada nueva aplicación o tendencia, sino de comprender cómo la tecnología reconfigura los modelos de negocio, los equipos y las relaciones con los clientes. Es una habilidad transversal que debe estar presente en todas las áreas, no solo en el departamento de tecnología.
Y sin embargo, muchas empresas aún gestionan con paradigmas del siglo pasado, apostando por la intuición cuando lo que se necesita es visión estratégica.
Transformar el liderazgo para no quedarse atrás
La transformación digital no es sinónimo de digitalización. Implementar un software sin cambiar la cultura organizacional es maquillar una estructura obsoleta. Las estadísticas son claras: según McKinsey, el 70% de las iniciativas de transformación digital fracasan, y la causa más frecuente no es técnica, sino humana: falta de liderazgo adaptado a lo digital.
Liderar hoy implica tener una alfabetización tecnológica básica, comprender el lenguaje de los datos, anticipar riesgos cibernéticos y mantenerse actualizado frente a herramientas como IA, automatización o sistemas de análisis predictivo. No es necesario saber programar, pero sí se debe liderar con la conciencia de que un error de ciberseguridad, por ejemplo, puede paralizar una operación completa.
Además, el nuevo liderazgo requiere empatía digital, capacidad para gestionar equipos híbridos, y una mentalidad de aprendizaje constante, en un entorno donde la tecnología se renueva cada mes. Herramientas como Zoom, Slack, Notion o plataformas de analítica avanzada solo tienen impacto si están acompañadas de una cultura que promueva la comunicación clara, la colaboración efectiva y la toma de decisiones basadas en evidencia.
El liderazgo digital no debe delegarse únicamente al CIO o al CTO. Cada gerente, desde ventas hasta logística, debe asumir su rol en la transformación. Porque los clientes ya cambiaron, los algoritmos ya lo hacen todo más rápido y el mercado no espera. La pregunta ya no es si una empresa necesita adaptarse, sino si su equipo directivo está dispuesto a hacerlo a tiempo.