¿Hacia dónde se dirige la economía mundial este año?
- Walter Rivera
- hace 3 días
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El mundo económico ingresa a 2025 con una mezcla de señales contradictorias: mientras algunas regiones experimentan una recuperación moderada, otras enfrentan riesgos estructurales que amenazan con frenar el crecimiento.

(M&T)-. Las perspectivas económicas globales para este año están marcadas por una ralentización en el comercio, presiones geopolíticas, transición energética y transformaciones en el empleo, lo que obliga a gobiernos, empresas e inversionistas a mantener una lectura constante de los mercados y los factores de riesgo.
(M&T)- Según las proyecciones de enero del Banco Mundial, el crecimiento global para 2025 se mantendrá en torno al 2,7%, ligeramente superior al 2,6% de 2024, pero aún por debajo del promedio prepandemia. Esta cifra refleja una economía que no entra en recesión, pero que tampoco logra despegar con fuerza, sobre todo debido al bajo desempeño de las economías avanzadas y a la desaceleración en China.
Uno de los principales desafíos para este año sigue siendo la incertidumbre geopolítica, como se desarrolló en informes recientes del Fondo Monetario Internacional. Las tensiones entre EE. UU. y China, los conflictos en Europa Oriental y Medio Oriente, y el auge del proteccionismo han generado obstáculos en las cadenas de suministro, elevando costos logísticos y afectando la confianza del consumidor.
En este entorno, las empresas que apuestan por la diversificación geográfica, el nearshoring y la resiliencia operativa podrían tener una ventaja competitiva.
Por otro lado, la inflación, aunque en descenso, continúa condicionando las decisiones de política monetaria. En América Latina, los bancos centrales han comenzado a recortar las tasas de interés tras años de endurecimiento monetario, mientras que en EE. UU. y Europa persiste la cautela. Esto abre oportunidades para sectores como la construcción, el consumo interno y la inversión en infraestructura, especialmente en mercados emergentes que logren estabilidad fiscal y credibilidad institucional.
Un punto a favor en 2025 es el impulso sostenido en las inversiones sostenibles. La transición energética, la digitalización y las tecnologías limpias siguen atrayendo capital privado y financiamiento multilateral. Según un reporte del World Economic Forum, los sectores relacionados con economía verde y automatización podrían liderar el crecimiento en regiones que apuesten por la innovación y la integración regional.
Finalmente, la recuperación no será homogénea. África y algunas zonas de Asia lideran las tasas de crecimiento, mientras América Latina enfrenta el reto de mejorar su productividad y reducir desigualdades estructurales. En este contexto, organismos como el BCIE y CAF están enfocando su apoyo a proyectos de impacto regional en conectividad, energías renovables y educación técnica.
En conclusión, 2025 se presenta como un año de ajuste y oportunidad. Las condiciones son desafiantes, pero también propicias para repensar los modelos de negocio, fomentar alianzas estratégicas y acelerar la adopción de soluciones que respondan tanto a los desafíos globales como a las realidades locales. Las empresas que se preparen con agilidad, estrategia y enfoque sostenible estarán mejor posicionadas para capitalizar las oportunidades del nuevo ciclo económico.