¿Está preparada la banca latinoamericana para la nueva infraestructura digital?
- Walter Rivera
- hace 1 hora
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El pulso económico de la región late cada vez más al ritmo de la tecnología financiera. En este escenario, la infraestructura de TI se ha convertido en el corazón operativo del sector bancario y fintech, donde la velocidad, la seguridad y la disponibilidad constante no son opciones, sino requisitos indispensables para competir.

(M&T)-. En América Latina, el 52% de las instituciones financieras ya fortalecen sus sistemas tecnológicos o planean hacerlo a corto plazo, según diversos estudios del sector. La modernización de la infraestructura es vista como una oportunidad directa para mejorar la prevención de fraudes, optimizar la automatización y garantizar experiencias digitales sin fricción, áreas donde la inteligencia artificial y el análisis predictivo están marcando una ventaja competitiva decisiva.
Gustavo Pérez, director de desarrollo de negocios para Vertiv Latinoamérica, explica que “el verdadero desafío no es solo mantener la continuidad operativa, sino anticiparse al cambio, integrando tecnologías emergentes como edge computing, blockchain e inteligencia artificial sin descuidar factores críticos como la eficiencia energética y la ciberresiliencia”. Esta visión refuerza el papel de los integradores y proveedores de TI como aliados estratégicos en la transformación digital del sector financiero.
La infraestructura como eje de resiliencia y crecimiento
La infraestructura tecnológica bancaria ya no es solo un soporte, sino una plataforma de valor estratégico. Los centros de datos —locales, híbridos o distribuidos— sostienen la continuidad de las operaciones y la disponibilidad de los servicios digitales. En un entorno donde la conectividad inestable, las amenazas cibernéticas y la presión por experiencias multicanal son constantes, diseñar arquitecturas más flexibles y seguras se vuelve una prioridad para la sostenibilidad del sistema financiero.
Además, las fintechs están impulsando una disrupción sin precedentes: gracias a la inteligencia artificial, logran escalar con rapidez, personalizar servicios y reducir costos operativos, obligando a la banca tradicional a evolucionar. Para mantenerse competitivos, los bancos requieren socios con experiencia en infraestructura crítica, automatización y gestión energética que les permitan avanzar hacia modelos digitales ágiles y seguros.
Nuevas oportunidades para el ecosistema tecnológico
El proceso de modernización abre un terreno fértil para revendedores, integradores y distribuidores de tecnología. Vertiv destaca cinco áreas clave donde la innovación marcará la diferencia:
Centros de datos híbridos y distribuidos: infraestructuras preparadas para entornos multicloud, con alta eficiencia energética, redundancia y escalabilidad continua.
Edge computing: procesamiento de datos en tiempo real cerca de su origen para aplicaciones financieras críticas.
Ciberseguridad desde el diseño: integración de arquitecturas de confianza cero, cifrado extremo a extremo y switches KVM seguros que refuercen la protección de datos.
Operaciones autónomas con IA: decisiones más rápidas y precisas mediante sistemas inteligentes que reduzcan errores y aumenten la eficiencia.
Redes de alto rendimiento: conectividad de baja latencia y gran ancho de banda para un ecosistema bancario conectado y resiliente.
Con estas innovaciones, los proveedores tecnológicos pueden consolidarse como socios estratégicos de las instituciones financieras, ayudándolas a alcanzar operaciones más sostenibles, seguras y listas para el futuro.
En palabras de Pérez, “invertir en infraestructura moderna es apostar por la continuidad y la competitividad del sistema financiero latinoamericano”. De esa manera, la tecnología deja de ser un costo operativo y se convierte en un motor de crecimiento económico y transformación digital sostenida.





