Descarbonización industrial: Tecnologías que impulsan el cambio en Centroamérica
- Walter Rivera
- hace 5 horas
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La industria es uno de los pilares del crecimiento económico regional, pero también uno de los sectores que más emisiones de gases de efecto invernadero genera.
(M&T)-. Ante la creciente presión internacional por transitar hacia economías más limpias, los países centroamericanos están comenzando a explorar nuevas tecnologías para reducir la huella de carbono sin frenar la producción. La descarbonización industrial emerge como una necesidad estratégica para mantener el crecimiento sin comprometer el medio ambiente.
La descarbonización industrial (entendida como el proceso de reducir al mínimo las emisiones de CO₂ generadas por procesos industriales) se está abriendo paso en sectores clave como el cemento, el acero, la alimentación y la manufactura textil. En países como Guatemala, Costa Rica y Panamá, empresas líderes están apostando por innovación tecnológica, alianzas estratégicas y acceso a financiamiento verde para transformar su matriz productiva. Sectores industriales clave están comenzando a adoptar tecnologías limpias con el apoyo de alianzas y financiamiento verde.
Una de las tecnologías con mayor adopción es el uso de biomasa y residuos orgánicos como fuente alternativa de energía térmica. Cementeras en El Salvador y Nicaragua han comenzado a reemplazar combustibles fósiles por residuos agrícolas, con resultados positivos tanto en costos como en emisiones. La sustitución de combustibles fósiles por biomasa local permite reducir emisiones y dinamizar economías rurales.
En paralelo, la electrificación de procesos industriales (especialmente a partir de fuentes renovables como solar e hidroeléctrica) está ganando terreno. Panamá y Honduras ya cuentan con zonas industriales donde más del 60% de la energía utilizada proviene de fuentes limpias. El uso de energía renovable en la industria mejora la competitividad y sostenibilidad regional.
Otra tendencia emergente es la incorporación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés). Aunque aún en fase piloto en la región, países como Costa Rica están promoviendo alianzas con centros de investigación europeos y norteamericanos para evaluar su viabilidad en zonas industriales. La captura de carbono representa una opción clave para industrias difíciles de electrificar.
La digitalización también juega un papel fundamental en la transición. El uso de sensores, inteligencia artificial y plataformas IoT permite a las fábricas medir en tiempo real su consumo energético y emisiones, optimizar procesos y reducir desperdicios. Las tecnologías digitales permiten monitorear, optimizar y reducir el impacto ambiental de la industria.
Sin embargo, la transición hacia una industria baja en carbono enfrenta obstáculos estructurales: la falta de incentivos fiscales, las barreras de acceso a financiamiento, la obsolescencia de equipos y la limitada disponibilidad de talento técnico. Los retos estructurales exigen políticas públicas activas y cooperación público-privada.
La oportunidad está sobre la mesa: si Centroamérica logra escalar estas tecnologías, no solo reducirá sus emisiones, sino que consolidará una industria más competitiva, resiliente y alineada con las tendencias globales de sostenibilidad. La descarbonización industrial puede convertirse en un motor de competitividad y transformación económica regional.
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