La nueva estrategia de inversión de la Unión Europea puede fortalecer el rol clave de América Latina y el Caribe en la solución de los desafíos regionales y globales, como el cambio climático.
(M&T)-. Además, esta alianza también ayudará en la preservación de la biodiversidad y la inseguridad alimentaria, dijo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, en la histórica cumbre de Bruselas que reunió por primera vez en ocho años a gobiernos de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
La "Nueva Agenda para fortalecer la colaboración entre la UE con América Latina y el Caribe" establece los objetivos de Europa para revitalizar los lazos políticos y económicos. La Agenda incluye impulsar la inversión, a través del programa Global Gateway de la UE, para reducir las brechas existentes.
El presidente Goldfajn destacó que “América Latina está ahora perfectamente posicionada para ser parte de la solución a los mayores desafíos del mundo, incluyendo el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la protección de la biodiversidad. Trabajando más estrechamente, los sectores público y privado de Europa y de nuestra región pueden convertir esta oportunidad en una realidad".
La región de América Latina y el Caribe (ALC) es clave para la transición a energía limpia. El 30% del suministro total de energía de ALC proviene de fuentes renovables, el doble del promedio mundial y, si se aprovecha adecuadamente, esta cifra podría crecer exponencialmente. La región alberga dos tercios del litio del mundo y el 38% de su cobre, ambos críticos para producir energía limpia y vehículos eléctricos, incluidos los manufacturados por compañías de automóviles europeas. ALC también es el principal exportador neto de alimentos del mundo, aunque podría producir ocho veces más alimentos con reformas e inversiones adecuadas, aliviando la inseguridad alimentaria.
Además, la región alberga el 40% de la biodiversidad mundial. La Amazonía absorbe por sí sola una cuarta parte de las emisiones de carbono del mundo, por lo que protegerla es crucial para lograr los objetivos climáticos globales. Por esta razón, el BID está lanzando el programa paraguas holístico Amazonía Siempre.
La nueva agenda de Europa llega en momentos en que la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe está en aumento. Según un nuevo informe de las Naciones Unidas, el año pasado, dicha inversión alcanzó un récord de US$225.000 millones. La inversión directa de Europa en la región es superior a su inversión directa combinada en India, China y Japón.
"Esta inversión beneficia, no solo a América Latina y el Caribe, sino también a la Unión Europea, en un momento de muchas prioridades compartidas. El BID ha sido el socio principal de Europa y de las empresas europeas para escalar el financiamiento y maximizar el impacto, incluso a través de nuestras nuevas e innovadoras herramientas financieras", subrayó el presidente Goldfajn.
Para promover lazos más estrechos e inversiones en la región, el BID coorganizó en el marco de la cumbre una Mesa Redonda Empresarial con la asistencia de líderes del sector público y privado de ambos lados del Atlántico, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados.
Durante su estancia en Bruselas, la delegación del BID se reunió con líderes de América Latina, el Caribe, y Europa, incluidas empresas clave del sector privado como Nokia y Siemens. El presidente Goldfajn también se reunió con jefes de Estado de la región y con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, quien ha estado promoviendo lazos más fuertes y estratégicos entre las dos regiones. También se reunió con Jutta Urpilainen, la Comisaria Europea de Asociaciones Internacionales.
Trece países de la Unión Europea son miembros del BID desde hace casi medio siglo. Se han asociado con el Banco en una amplia gama de proyectos en áreas que van desde la digitalización hasta la adaptación y mitigación del clima, la igualdad de género, agua y saneamiento, infraestructura, desarrollo comunitario y comercio, todos destinados a promover el desarrollo sostenible.
Asimismo, durante la última década, el BID y la UE han colaborado en diálogos regionales de política, cofinanciado proyectos e implementado 49 iniciativas conjuntas. Esta colaboración incluye, por ejemplo, la contribución de España a un fondo de agua y saneamiento que ha beneficiado directamente a más de 3 millones de personas. El BID también se ha asociado con la Agencia Francesa de Desarrollo para financiar conjuntamente US$6.300 millones en proyectos sociales, climáticos, de infraestructura y de digitalización. Por su parte, Alemania ayudó al BID a lanzar la Plataforma de Transparencia de Bonos Verdes, que ahora cubre más de las tres cuartas partes de las emisiones de bonos verdes de la región.
Sólo en el último año, la Comisión Europea ha asignado donaciones por US$35,5 millones para proyectos del BID que abarcan desde salud hasta comercio. Los países europeos también son contribuyentes clave al nuevo programa del BID Amazonía Siempre, que protegerá este extraordinario espacio natural y facilitará la inversión en desarrollo sostenible.
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