Turismo “no turístico”, la nueva forma de descubrir lo auténtico
- Walter Rivera
- hace 3 horas
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Mientras las grandes urbes y los circuitos tradicionales siguen atrayendo a multitudes, una corriente silenciosa crece entre los viajeros: el deseo de explorar rutas menos convencionales, con el objetivo de conectarse con la esencia real de cada destino.

(M&T)-. Es el fenómeno del turismo “no turístico”, una forma de viajar que prioriza la autenticidad, la sostenibilidad y el respeto cultural.
Esta tendencia responde al cansancio generado por la masificación y al impulso por vivir experiencias únicas en lugares aún vírgenes, donde la conexión con la cultura y la naturaleza se da sin filtros. Atrás quedaron los itinerarios rígidos. Hoy, el viajero busca joyas ocultas, espacios donde redescubrir el entorno desde la calma, la curiosidad y la inmersión genuina.
Claudia Silva, gerente general del hotel Origins Lodge, señala que este tipo de viajero “refleja un deseo profundo por conectar con la cultura local de manera genuina, descubrir paisajes vírgenes y vivir experiencias que se sientan únicas y personales”. Se trata de un perfil más consciente, que quiere impactar positivamente en las comunidades que visita.
Más allá del lujo: La riqueza de lo esencial
Lejos del bullicio, establecimientos como Origins Lodge en Bijagua de Upala, Costa Rica, se posicionan como verdaderos santuarios de esta nueva forma de hacer turismo. La experiencia no gira en torno al lujo convencional, sino en torno al valor de lo auténtico, a través de senderos naturales, la cercanía con la biodiversidad y el contacto con tradiciones vivas de las comunidades vecinas.
Silva explica que “no solo somos un lugar para hospedarse; somos un punto de partida para explorar la verdadera esencia de Costa Rica”, y destaca que cada detalle del lodge está pensado para fomentar un vínculo genuino con la tierra y sus habitantes.
Turismo que transforma
Este enfoque, además de enriquecer al visitante, apoya la economía local y fomenta la preservación cultural, promoviendo un modelo de desarrollo más equitativo. La sostenibilidad no es solo un eje de diseño, sino parte del ADN del proyecto. El hotel trabaja de la mano con los residentes de la zona para asegurar que los beneficios del turismo se distribuyan de manera responsable.
Silva concluye que “el lujo del futuro está en la conexión real, en lo íntimo, en la posibilidad de descubrir sin artificios”. En ese sentido, el turismo “no turístico” se consolida como una oportunidad para repensar cómo viajamos y qué impacto dejamos al hacerlo.