Transformación digital en el sector salud: oportunidades y desafíos
- Walter Rivera
- 19 jun
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La transformación digital en salud dejó de ser una promesa futura para convertirse en una urgencia presente.

(M&T)–. En Centroamérica, donde los sistemas sanitarios enfrentan limitaciones estructurales, la digitalización se perfila como una herramienta clave para mejorar el acceso, la eficiencia y la calidad de la atención médica. La digitalización puede cerrar brechas históricas en cobertura y equidad sanitaria.
Desde la implementación de expedientes clínicos electrónicos hasta el uso de inteligencia artificial para diagnósticos tempranos, las soluciones digitales están redefiniendo la manera en que se gestiona y se brinda la atención médica. En países como Costa Rica, Panamá y El Salvador ya se han dado pasos importantes hacia la interoperabilidad digital en hospitales públicos.
Las oportunidades son amplias. Las plataformas de telemedicina permiten llevar atención médica especializada a zonas rurales y fronterizas, donde históricamente la presencia de profesionales de salud ha sido escasa. Esto no solo amplía el acceso, sino que reduce tiempos de espera y traslados innecesarios.
Además, la digitalización optimiza la gestión de insumos, reduce el papeleo, y permite tomar decisiones clínicas basadas en datos. Esto representa una oportunidad para hacer más eficiente el gasto público en salud y elevar los estándares de atención, sobre todo en contextos pospandemia con recursos limitados.
Sin embargo, los desafíos son significativos. Muchos países carecen de infraestructura tecnológica, conectividad estable y personal capacitado. La brecha digital entre centros urbanos y rurales amenaza con reproducir desigualdades si no se diseñan estrategias inclusivas desde el inicio.
Otro reto crítico es la gobernanza de los datos. Sin marcos legales sólidos para proteger la privacidad, la seguridad y el uso ético de la información médica, la confianza ciudadana se puede ver comprometida. A esto se suma la falta de estándares regionales para la interoperabilidad entre sistemas públicos y privados.
Los modelos de financiación también deben actualizarse. Inversiones en salud digital requieren visión de largo plazo y esquemas que combinen recursos públicos, cooperación internacional y alianzas con el sector tecnológico. El riesgo, de no hacerlo, es quedar rezagados ante una revolución que ya está en marcha.
Centroamérica enfrenta una oportunidad histórica. Si logra articular políticas públicas, marcos regulatorios y estrategias inclusivas, la transformación digital puede ser un catalizador para un sistema de salud más justo, resiliente y centrado en las personas. El desafío es avanzar con visión técnica, compromiso político y sentido de urgencia.