Retos del turismo de la Isla del Encanto

Las debilidades que debe superar el turismo de Puerto Rico para alcanzar su máximo potencial.

(M&T)-. Aunque Puerto Rico ha logrado avances significativos en la promoción de su marca como destino turístico en el Caribe, el sector aún arrastra una serie de debilidades estructurales que amenazan con limitar su crecimiento sostenido y su capacidad para competir a nivel global.

Con un auge notable en la llegada de visitantes tras la pandemia y un repunte del turismo interno, la Isla del Encanto ha demostrado que cuenta con un atractivo natural, cultural e histórico indiscutible. Sin embargo, detrás del brillo de las campañas promocionales, persisten desafíos que deben enfrentarse con decisión si se busca consolidar un turismo verdaderamente resiliente, inclusivo y competitivo.

1. Infraestructura hotelera desigual y poco diversificada

Puerto Rico enfrenta una concentración hotelera en San Juan y otras zonas costeras, mientras que regiones con gran potencial (como la montaña central o áreas rurales) carecen de oferta suficiente o adecuada para recibir visitantes. Además, muchas instalaciones necesitan modernización para cumplir con estándares internacionales de sostenibilidad y accesibilidad.

A esto se suma una baja inversión en hoteles de lujo o boutique, lo que limita la capacidad de atraer a segmentos de alto poder adquisitivo, en comparación con otros destinos del Caribe como República Dominicana o Aruba.

2. Dependencia del turismo estadounidense

Casi el 90% de los turistas que recibe Puerto Rico provienen de Estados Unidos. Si bien esto representa una ventaja en términos logísticos y de conectividad aérea, también implica una vulnerabilidad ante factores externos como recesiones económicas, cambios en políticas migratorias o emergencias sanitarias en ese país.

La falta de estrategias agresivas para diversificar los mercados emisores limita el potencial del turismo puertorriqueño en nichos como Europa, América Latina o Asia.

3. Débil integración del turismo con las comunidades locales

En muchas zonas, el modelo turístico sigue operando de forma vertical, sin una integración plena con las comunidades receptoras. Esto genera tensiones sociales, gentrificación, alzas en el costo de vida local y resistencia a proyectos turísticos.

Impulsar un turismo sostenible y comunitario, donde los beneficios económicos lleguen directamente a pequeños comerciantes, artesanos, agricultores y emprendedores locales, es una tarea aún pendiente.

4. Carencia de datos actualizados y medición de impacto

Puerto Rico carece de un sistema sólido y transparente de recolección de datos sobre el comportamiento de los turistas, gasto promedio, tasas de retorno y distribución territorial del turismo. Esta falta de información impide una planificación estratégica basada en evidencia y limita la capacidad del gobierno y del sector privado para ajustar políticas de promoción y desarrollo.

Además, tampoco se mide de manera suficiente el impacto ambiental de la actividad turística, un tema cada vez más relevante en el escenario global.

5. Gestión institucional fragmentada

Aunque la creación de la Compañía de Turismo de Puerto Rico y más recientemente de Discover Puerto Rico han sido pasos importantes, la coordinación entre agencias públicas, municipios y actores del sector privado sigue siendo deficiente. Esto deriva en duplicidad de esfuerzos, falta de continuidad en las políticas públicas y escasa implementación de planes de largo plazo.

Urge una mayor alineación institucional que permita establecer una visión integral del turismo como eje transversal de desarrollo económico y social.

6. Problemas en el transporte terrestre y conectividad interna

La experiencia turística también se ve afectada por un sistema de transporte terrestre ineficiente. Muchos visitantes dependen del alquiler de vehículos privados debido a la escasa oferta de transporte público moderno, cómodo y confiable. Esto encarece la experiencia y limita la movilidad hacia zonas rurales o menos turísticas.

Además, los taxis, aplicaciones de transporte y operadores turísticos siguen operando en un ambiente de competencia desleal y regulaciones obsoletas.

7. Capacitación laboral y retención de talento

Aunque el turismo representa una fuente importante de empleo, muchos trabajadores carecen de formación especializada, multilingüismo o competencias en hospitalidad de alto nivel. La alta rotación laboral también es una constante, lo que deteriora la calidad del servicio al cliente.

La creación de programas formativos actualizados y accesibles, con alianzas público-privadas, será clave para profesionalizar el sector y mejorar su reputación.

Puerto Rico tiene el potencial para ser uno de los destinos más robustos del Caribe y América Latina. Su combinación de historia, playas, gastronomía, música y cultura única lo convierten en una joya turística. No obstante, alcanzar ese nivel requiere más que campañas publicitarias: exige voluntad política, planificación estratégica, inversión sostenida y participación comunitaria.

Superar estas debilidades será el paso definitivo para consolidar un turismo más competitivo, equitativo y resiliente en la isla. El momento es ahora.