IA y visibilidad financiera para evitar que las PyMEs mueran con grandes ideas
- Editorial
- hace 3 días
- 4 Min. de lectura
Latinoamérica está llena de talento, ideas disruptivas y necesidades urgentes. Lo que muchas veces falta es acompañamiento y herramientas que les permitan construir sobre terreno firme.


Por: Alejandro Toiber
Country manager de Xepelin en México
(M&T)-. En mis últimos años puedo decir que la inteligencia artificial, bien aplicada, no reemplaza al emprendedor, sino que lo potencia y abrirá unas nuevas posibilidades para que los negocios sean más eficientes y ofrezcan sus productos o servicios de forma más accesible y personalizada a sus clientes.
En América Latina, las PyMEs representan más del 90% del tejido empresarial en la región, pero solo el 25% accede a financiamiento formal, de acuerdo con la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina). Este desbalance no es solo una cuestión de capital, es un problema de visibilidad financiera, planeación y madurez operativa, lo que refleja una brecha estructural profunda.
Las PyMEs latinoamericanas enfrentan un círculo vicioso que implica la falta de financiamiento formal, así como la dificultad para desarrollar sistemas de gestión, reportes financieros y procesos operativos que los bancos e instituciones financieras requieren para evaluar su solvencia crediticia.
En un repaso rápido por el ecosistema emprendedor de América Latina, tres casos recientes retratan con claridad la fragilidad financiera que enfrentan muchas PyMes. En 2020, una empresa de logística de última milla en Lima, que conectaba comercios con repartidores para entregas rápidas en zonas urbanas, cerró operaciones tras un crecimiento acelerado sin control financiero, pese a haber sido reconocida como promesa regional.
En México, una empresa biotecnológica fundada en 2014, dedicada al desarrollo de pruebas no invasivas para la detección de enfermedades, tuvo que pausar operaciones al perder tracción y no lograr sostener su flujo de capital frente a competidores mejor fondeados. En 2023, una plataforma de e-commerce de alimentos se vio obligada a replegar sus operaciones en Brasil y reducir personal, al enfrentar el reto de escalar sin haber consolidado previamente su rentabilidad en el mercado local.
El común denominador está en que todas son empresas innovadoras, pero sin una base financiera sólida. La falta de herramientas para proyectar el flujo de caja, automatizar decisiones y anticipar riesgos convierte, en muchas ocasiones, el potencial de las PyMes en vulnerabilidad.
Una lista larga de empresas que destacaron por su innovación y soluciones disruptivas, nos demuestra una y otra vez que se puede fracasar sin una base financiera madura. Un estudio que realizamos este año en Xepelin revela que solo una de cada cuatro empresas cuenta con datos suficientes para planear y operar de manera efectiva. Lo que me lleva a reflexionar que la falta de visibilidad financiera no solo limita el crecimiento, sino que puede ser letal, incluso para empresas con gran potencial.
Estamos en un momento nunca antes visto donde la visibilidad financiera y la evaluación de riesgo, ambas en tiempo real, son un hecho para las PyMes. Bajo la visión de “AI First”, en Xepelin diseñamos soluciones que ponen a la inteligencia artificial al centro de la experiencia financiera de las PyMEs. Nuestro objetivo es que cualquier empresa, sin importar su tamaño o sector, pueda tener acceso a las mismas capacidades de análisis, automatización y proyección que antes solo estaban disponibles para grandes corporativos.
Las herramientas digitales que antes solo estaban al alcance de grandes corporativos hoy permiten que una PyME tenga claridad sobre su flujo de caja, automatice su operación financiera y tome decisiones con mayor fundamento. La IA y el análisis de datos, bien aplicados, están ayudando a transformar procesos que antes eran lentos, manuales y propensos al error, en sistemas ágiles y precisos. Y esa visibilidad marca la diferencia entre correr a ciegas o avanzar con dirección.
Pensemos en una empresa que antes tardaba días en entender su posición financiera. Hoy, con herramientas inteligentes, puede anticipar atrasos de clientes, planear pagos estratégicamente o evaluar si un nuevo contrato pone en riesgo su liquidez. El resultado no es solo agilidad operativa, sino resiliencia financiera.
Estas herramientas no eliminan la incertidumbre, pero sí permiten gestionarla. Brindan agilidad cuando el entorno cambia y previsión cuando hay que tomar decisiones a largo plazo. En América Latina, esa capacidad de adaptación se convierte en una verdadera ventaja competitiva. En un contexto latinoamericano, donde la volatilidad económica, los cambios regulatorios y las fluctuaciones monetarias son constantes, esta capacidad de adaptación rápida se vuelve crítica para la supervivencia empresarial. Las PyMEs que pueden pivotar estratégicamente basándose en datos predictivos tienen una ventaja sustancial sobre aquellas que siguen operando con métodos tradicionales.
Desde hace años, venimos trabajando en esa visión. Y hoy, ese recorrido nos impulsa hacia un nuevo objetivo para construir el banco de las PyMEs en América Latina. Uno que nace con inteligencia artificial, datos y tecnología en una plataforma que se adapta a los patrones económicos de cada país, porque el comportamiento de pagos en México no es igual al de Chile o Colombia y se requiere comprender cada mercado.
Los nuevos servicios financieros permiten a las PyMes transformar la incertidumbre en ventaja. Si una empresa puede ver su presente con claridad y su futuro con proyección, el terreno se vuelve prometedor.