El Salvador impulsa su transformación económica con turismo e infraestructura
- Walter Rivera

- 7 jul
- 2 Min. de lectura
El Salvador impulsa su transformación económica con turismo e infraestructura. El auge turístico en El Salvador está generando un efecto multiplicador en el desarrollo de infraestructura, con nuevos proyectos aeroportuarios y hoteleros que apuntan a posicionar al país como un hub logístico y turístico en Centroamérica.

(M&T)-. El gobierno de Nayib Bukele ha capitalizado el crecimiento del turismo internacional, que superó los 3.9 millones de visitantes en 2024, con ingresos por más de USD 3.800 millones, según datos del Ministerio de Turismo. Este impulso ha sido posible gracias a mejoras en seguridad, la promoción de destinos como Surf City y un discurso oficial enfocado en la "nueva cara del país". Según The Times, El Salvador está dejando atrás su reputación violenta y despertando el interés de viajeros europeos y norteamericanos en busca de playas, cultura y naturaleza.
Uno de los pilares estratégicos del boom es el proyecto del Aeropuerto del Pacífico, ubicado en La Unión, el cual se encuentra en fase de licitación. Este aeropuerto busca convertirse en un nodo regional de transporte de carga y pasajeros, conectando a El Salvador con Asia y el resto de América Latina. Según la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), la inversión podría superar los USD 500 millones, generando miles de empleos directos e indirectos.
El sector hotelero también vive un repunte, con cadenas internacionales y operadores turísticos locales ampliando su capacidad en zonas costeras como El Zonte, El Cuco y Mizata. De acuerdo con la Cámara Salvadoreña de Turismo (CASATUR), la ocupación hotelera alcanzó picos del 85 % durante Semana Santa y la temporada de verano, lo que ha detonado una nueva ola de inversión inmobiliaria orientada al turismo de alto nivel.
No obstante, expertos advierten sobre los desafíos que acompañan este crecimiento.
Organizaciones como FESPAD han señalado preocupaciones por desplazamientos forzados en comunidades cercanas a megaproyectos, así como la falta de consultas previas. Además, el desarrollo acelerado pone presión sobre recursos hídricos y ecosistemas costeros, lo que obliga a repensar el modelo desde una perspectiva de sostenibilidad.
El Salvador está configurando una nueva narrativa económica basada en turismo, logística e inversión extranjera.La clave ahora será equilibrar la velocidad del desarrollo con una planificación estratégica que garantice inclusión social, respeto ambiental y competitividad regional sostenible.









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