Educación financiera en zonas rurales impulsa la inclusión bancaria
- Walter Rivera
- 1 ago
- 2 Min. de lectura
En comunidades donde el acceso al crĆ©dito formal, la banca en lĆnea o incluso una cuenta de ahorro sigue siendo un lujo, la educación financiera emerge como una herramienta clave para romper el ciclo de exclusión económica.

(M&T)-. Hoy, gobiernos, cooperativas y fintechs en AmƩrica Latina estƔn apostando por capacitar a las poblaciones rurales no solo para que entiendan el sistema financiero, sino para que puedan usarlo estratƩgicamente en su beneficio.
Según el Banco Mundial, mÔs del 45% de los adultos en zonas rurales de la región no estÔn bancarizados, y solo un 12% ha recibido algún tipo de formación financiera bÔsica. Esto no solo limita su acceso a servicios como microcréditos, seguros o pagos digitales, sino que también los deja expuestos a modelos informales de financiamiento que muchas veces son abusivos o inestables.
Para revertir este panorama, iniciativas como la del Banco AgrĆcola en El Salvador o el programa āCiudadanĆa Económicaā del Banco de la RepĆŗblica en Colombia estĆ”n llevando talleres, capacitaciones en lengua indĆgena y plataformas móviles a comunidades alejadas. La meta: crear confianza en el sistema bancario y empoderar a productores, mujeres rurales y jóvenes emprendedores con herramientas financieras concretas.
En paralelo, las fintech estĆ”n desempeƱando un papel crucial. Startups como Kubo Financiero en MĆ©xico o Alfi en PerĆŗ han desarrollado soluciones educativas gamificadas o adaptadas a celulares de baja gama, enfocadas en enseƱar conceptos como presupuesto, ahorro, historial crediticio y planificación de deuda. āLa clave estĆ” en conectar con la realidad de la comunidad, con ejemplos aplicados y contenidos culturalmente relevantesā, explicó Mónica Tovar, especialista en inclusión del BID Lab.
AdemĆ”s de los beneficios personales, la educación financiera rural tiene un impacto macroeconómico directo. Un estudio de la CEPAL mostró que el aumento del uso de productos financieros en zonas rurales mejora la productividad agrĆcola y reduce la dependencia de subsidios estatales. TambiĆ©n fortalece el ecosistema de pagos digitales, clave para la integración regional.
El reto ahora es garantizar la continuidad de estas iniciativas y medir su impacto real. La alfabetización financiera no es un fin en sĆ mismo, sino una puerta de entrada a la inclusión económica sostenible. Si se acompaƱa de infraestructura, regulación adecuada y voluntad polĆtica, las zonas rurales pueden dejar de ser el punto ciego del sistema financiero y convertirse en agentes activos de desarrollo.