Perspectivas 2026 del MEI: Así se perfila la economía latinoamericana
- Walter Rivera
- hace 16 minutos
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Las decisiones de consumo, inversión y política pública están entrando en una fase de mayor cautela. Tras años de alta volatilidad, la economía global avanza hacia un equilibrio frágil, marcado por ajustes monetarios, tensiones comerciales y una adopción tecnológica que redefine la competitividad de países y empresas.

(M&T)-. En este contexto, el Mastercard Economics Institute (MEI) presentó su Perspectiva Económica 2026, donde anticipa un crecimiento global moderado y una desaceleración gradual de la inflación, en medio de cambios acelerados en políticas públicas y una adopción creciente de inteligencia artificial.
El informe estima que el PIB real mundial crecerá 3,1% en 2026, levemente por debajo del 3,2% previsto para 2025, mientras que la inflación global bajaría a 3,4%, desde el 3,9% del año anterior.
El análisis del MEI destaca un cambio relevante en el comportamiento del consumidor. Los hogares se muestran más estratégicos y sensibles al valor, priorizando gastos asociados a experiencias significativas, como viajes y eventos en vivo, al tiempo que mantienen cautela frente al precio de bienes esenciales. Este patrón, impulsado por herramientas digitales y mayor información, seguirá influyendo en la dinámica del consumo durante 2026.

Los consumidores latinoamericanos están demostrando ser notablemente adaptativos de cara a 2026, navegando un crecimiento moderado, una inflación cambiante y la evolución del panorama político. A pesar las complicaciones, los mercados laborales resilientes y el apoyo fiscal dirigido mantienen el consumo a un ritmo sólido, especialmente mientras los hogares responden a los cambios en las tasas y dificultades globales", afirmó Gustavo Arruda, economista jefe de Mastercard América Latina y el Caribe.
En América Latina, el panorama es de adaptación y resiliencia. Según el economista jefe de Mastercard para la región, Gustavo Arruda, los consumidores latinoamericanos enfrentan un entorno de crecimiento moderado e inflación cambiante, apoyados por mercados laborales relativamente sólidos y políticas fiscales focalizadas. Este equilibrio permite sostener el consumo privado, aun en un escenario de fragmentación económica global.
El informe identifica tres grandes tendencias estructurales que marcarán el próximo año. La primera es el realineamiento del comercio global, impulsado por aranceles y reconfiguración de cadenas de suministro. Estas dinámicas están influyendo tanto en los flujos comerciales como en la inflación: mientras algunos países importadores se benefician de presiones desinflacionarias, otros enfrentan mayores costos por alternativas de abastecimiento más caras.
La segunda tendencia es la adopción acelerada de la IA junto con una expansión fiscal selectiva. Las empresas están invirtiendo de forma intensiva en infraestructura de inteligencia artificial, mientras que los gobiernos priorizan gasto en defensa, digitalización y transición ecológica. Este doble movimiento está redefiniendo prioridades de inversión, cadenas de suministro y expectativas de productividad a escala global.
El tercer eje está en la transformación de las pequeñas y medianas empresas. El MEI señala que las pymes enfrentan impactos desproporcionados por tensiones comerciales y arancelarias, pero también cuentan con una ventaja clave: las herramientas digitales. La adopción tecnológica mejora la resiliencia operativa, facilita modelos de negocio más ágiles y permite capturar oportunidades en servicios de alto valor, incluso en mercados internacionales.
A nivel regional, el informe muestra trayectorias diferenciadas. Brasil crecería 1,5% en 2026, con recortes de tasas previstos y un consumo privado que superaría el crecimiento del PIB. México apuntaría a una recuperación modesta del 1,3%, con un impulso temporal asociado a la Copa Mundial de la FIFA 2026, aunque con presiones inflacionarias. Argentina podría crecer 3,5%, con una inflación de 20% hacia fin de año, condicionada a la continuidad de la desinflación y la ejecución de reformas. Chile, Colombia y Perú muestran escenarios de crecimiento moderado, con inflación en proceso de convergencia y factores políticos que podrían introducir volatilidad.
El informe del MEI sugiere que 2026 será un año de ajustes más que de expansiones aceleradas, donde la capacidad de adaptación (de gobiernos, empresas y consumidores) será clave para sostener el crecimiento. La combinación de tecnología, disciplina macroeconómica y decisiones estratégicas marcará la diferencia en un entorno global cada vez más fragmentado.





