Exportaciones desde la base: Cómo las pymes están accediendo a mercados
- Walter Rivera
- 13 jun
- 2 Min. de lectura
Durante décadas, la internacionalización fue un privilegio reservado a grandes corporaciones con músculo financiero y redes logísticas consolidadas. Hoy, sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (pymes) están rompiendo esa barrera.

(M&T)-. Gracias a la transformación digital, tratados de libre comercio y plataformas de comercio electrónico, las pymes de América Latina (y particularmente de Centroamérica) comienzan a tener un rol protagónico en las exportaciones regionales.
Según datos del Centro de Comercio Internacional (ITC), las pymes representan más del 95% del tejido empresarial mundial, pero históricamente solo han contribuido con cerca del 30% de las exportaciones. Esta brecha está cambiando. En países como Costa Rica, El Salvador y Guatemala, cada vez más pymes están incursionando en mercados de alto valor agregado: desde cafés de especialidad y productos agrícolas orgánicos, hasta software, artesanías certificadas y textiles sostenibles.
El cambio ha sido impulsado por varios factores:
Digitalización del comercio: Plataformas como Amazon, Alibaba y Etsy permiten a las pymes vender directamente a consumidores en Estados Unidos, Europa o Asia sin necesidad de intermediarios.
Capacitación e incubadoras de exportación: Organismos como ProChile, PromPerú o Procomer (Costa Rica) han desarrollado programas especializados para preparar a pequeñas empresas en normativas técnicas, etiquetado, logística y negociación internacional.
Logística más eficiente: Los avances en servicios de paquetería exprés, junto con acuerdos con operadores logísticos como DHL o FedEx, han reducido las barreras de entrada para exportar desde zonas remotas.
Certificaciones y valor agregado: Las pymes están invirtiendo en certificaciones como comercio justo, producción orgánica o huella de carbono baja, que abren puertas en nichos premium del mercado global.
Casos concretos desde la región
En Nicaragua, una cooperativa de mujeres productoras de cacao logró exportar su chocolate artesanal a Alemania tras una alianza con una ONG europea y la obtención de la certificación orgánica. En Honduras, un emprendimiento de biotecnología agrícola ya distribuye biofertilizantes en México y Colombia. En Panamá, startups de tecnología financiera están prestando servicios a clientes en Estados Unidos y el Caribe, demostrando que la exportación de servicios también es una vía creciente.
Obstáculos persistentes
No todo es fácil. Las pymes enfrentan desafíos significativos: acceso limitado a financiamiento, desconocimiento de regulaciones internacionales, falta de escala productiva y alta dependencia de intermediarios. Además, las variaciones en los tipos de cambio y los altos costos logísticos siguen afectando su competitividad.
El papel de la política pública y la banca
Los gobiernos tienen un rol clave. Políticas que fomenten la bancarización, seguros de exportación, simplificación aduanera y acceso a ferias internacionales pueden marcar la diferencia. Al mismo tiempo, la banca comercial y de desarrollo debe diseñar productos financieros adaptados a las necesidades reales de las pymes exportadoras: líneas de crédito flexibles, factoring y asesoría especializada.
La internacionalización ya no es una meta lejana para las pequeñas empresas; es una posibilidad concreta cuando hay visión, apoyo institucional y acceso a tecnología. Las pymes no solo están exportando productos: están exportando identidad, talento, sostenibilidad e innovación desde la base productiva de cada país.
En un mundo que valora la autenticidad, la trazabilidad y la producción responsable, las pymes latinoamericanas tienen una gran oportunidad para posicionarse como actores relevantes en el comercio global.
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