Exministra española enseña liderazgo femenino en República Dominicana
- Carlos Guisarre
- hace 12 horas
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Fátima Báñez, exministra española de Empleo y Seguridad Social, impartió una clase en CEF.- Santo Domingo sobre el empoderamiento de la mujer en la política y la sociedad.

(M&T)-. La exministra de Empleo y Seguridad Social (2011-2018), Fátima Báñez, compartió esta semana una conferencia transatlántica para analizar la situación del sector público y privado en República Dominicana y sus opciones de mejora a través de la mirada femenina. Una sesión especial del Curso de Liderazgo Femenino que imparte el Grupo CEF.- UDIMA en su sede de Santo Domingo, en la que la exministra española aportó su experiencia en la "decisiva reforma laboral" de nuestro país de hace unos años, en palabras del presidente del Grupo Educativo, Arturo de las Heras, quien presentó a la ponente.
En primer lugar, la expolítica agradeció poder participar en el curso de un "centro tan prestigioso" como CEF.-, y reconoció el papel que juega esta formación en el devenir del país caribeño. "Este curso da visibilidad a ese liderazgo femenino", decía, "y pone en valor la importancia que tiene para una país". Después analizó qué momento atraviesa la participación femenina en lo público y lo privado del país dominicano y, comparando con la evolución que ha experimentado España, planteó posibles caminos de mejora, además de reconocer lo que ya se ha conseguido.
En primer lugar, figuras como la diputada y secretaria general de mujeres del PRM (Partido Revolucionario Moderno), Leivy Bautista, y la alcaldesa de Santo Domingo, Carolina Mejía, demuestran para ella que hay un "compromiso" con el liderazgo femenino en su país. Su apoyo a esta formación de CEF.- resalta la importancia que otorga República Dominicana a la política y la vocación pública. Dos elementos fundamentales en este mundo de "gran incertidumbre económica y geopolítica" y con "tanta polarización", señalaba Báñez.
En esta "sociedad 50-50" en la que vivimos, la exministra defendió lo necesario que es contar con nuevos y buenos políticos, y el valor añadido que debe suponer contar con la mitad de esa población, la mujer. Una mujer que, en el país latino, vive escasamente representada en la política, con apenas un 30% de escaños femeninos, y otro tercio del total en alcaldías y regidurías.
"Se va avanzando, pero todavía queda mucho".
En esa necesidad de incorporar la voz femenina a lo público, Báñez determina que hay desafíos y oportunidades por delante. La creatividad, aportaciones y experiencia de las mujeres deben aprovecharse para que la toma de decisiones sea "más enriquecedora", como en España. Es cierto que hay barreras culturales y obstáculos específicos, como el costo personal y familiar que afrontan las mujeres que quieren dedicarse a la vida política. Pero elementos como las cuotas ayudan a que las mujeres se incorporen más rápidamente a los ámbitos públicos y privados.
Por ello, la exministra popular defendió esa medida de cuotas como respaldo a una demanda de la sociedad, tanto dominicana como española, a la que le gusta "cada vez más que participación política sea más diversa", con la mujer como protagonista de esas acciones públicas. Ahora bien "¿qué tenemos que hacer?", planteaba.
"Participación activa y equidad real". Ante todo, "no tener miedos", aseveró Báñez.
Toca pensar en lo que y ponerlo en práctica con "participación activa" en la vida pública: desde abajo tanto a nivel empresarial como desde los propios partidos. A veces, reconoció, a la mujer le ha costado más escalar con naturalidad hacia los puestos de decisión y liderazgo, quizás por humildad o exceso de prudencia: "nos cuesta más tomar la iniciativa".
Pero las mujeres deben dar ese paso. No sólo porque sea necesario por justicia y equidad, sino porque está demostrado que además su liderazgo genera "bienestar y prosperidad" para el país. "Está demostrado científicamente que se incrementan políticas de salud, educación y políticas sociales", explicaba la expolítica. Los servicios públicos fundamentales de un país lo lideran las mujeres en puestos de decisión, respaldó, además de que su presencia es hoy en día "exigencia" de buena gobernanza, pues aportar transparencia y rendición de cuentas. Es decir, "favorecen la lucha contra la corrupción".
Por todo ello trató de reforzar la idea de que la mujer no sólo es necesaria en la vida pública, "sino que también es transformadora". Algo que se puede percibir cuando se aplican políticas con perspectiva de género, que pueden ayudar a "corregir sesgos" y situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres.
Por ejemplo, la tasa de empleo (del 53% frente al 77% de los hombres dominicanos), la tasa de paro femenina (que duplica con un 10,7% la masculina) su participación empresarial y emprendedora (con un 27%) o su nivel de pensiones (apenas un 32% accede a ellas).
Para revertir estas brechas, Báñez remarcó que las mujeres deben participar de manera real en la sociedad. Y para ello lo primero que necesitan es poder decidir si quieren trabajar fuera del hogar ("porque todas trabajamos dentro"). La prioridad de las políticas públicas debe ser que ellas puedan tomar libremente esta decisión, para poder establecer con mayor libertad e independencia su proyecto vital.
Algo que se refuerza con políticas de conciliación verdadera (guarderías, flexibilidad horaria, permisos de paternidad...).
No puede ser que las mujeres, que ya dedican más tiempo al cuidado del hogar y la familia ("dos horas más" en España, recordaba Báñez) reciban en República Dominicana 14 semanas de baja, frente a los exiguos 10 días establecidos para el varón. "Está demostrado que esa diferencia hace que la responsable de la maternidad siga siendo el componente femenino de la familia".