¿Es la creación de nuevos negocios la vía para competir en mercados más volátiles?
- Walter Rivera
- hace 7 horas
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En un panorama donde la incertidumbre económica y geopolítica parece no dar tregua, las empresas están apostando por un camino que define su competitividad futura: crear nuevos negocios corporativos capaces de escalar rápido, diversificar ingresos y sostener márgenes en tiempos volátiles. La reciente edición del informe State of New Business Building 2025 de McKinsey ofrece una radiografía clara de por qué esta estrategia gana terreno regionalmente.

(M&T)-. Según el estudio, las presiones de crecimiento y de rentabilidad están llevando a más organizaciones a priorizar la creación de nuevas unidades de negocio, incluso en un contexto donde los recursos para inversión han sido más selectivos. Un dato clave es que 70% de los líderes en América Latina reforzó esta prioridad en 2025, motivados principalmente por la captura de nuevas oportunidades y la necesidad de liberar capital para innovar. En la práctica, esto se traduce en que 7 de cada 10 empresas lanzó al menos una nueva unidad en el último año.
Uno de los hallazgos más relevantes es que Latinoamérica supera al promedio global en velocidad para alcanzar el punto de equilibrio, con 76% de sus nuevas empresas logrando rentabilidad en dos años, frente al 61% mundial. Sin embargo, este desempeño exige una apuesta mayor: la inversión promedio asciende a US$113 millones, significativamente por encima de los US$77 millones que se invierten globalmente. Esta brecha refleja el costo estructural de operar en la región, pero también un mayor nivel de convicción empresarial en estos modelos.
El estudio también destaca que 67% de las nuevas unidades corporativas en América Latina ya superan ingresos anuales por encima de los US$10 millones, un salto notable frente al 34% registrado en 2023. Este desempeño incluso coloca a la región por encima del promedio global, que se ubica en 61%. Aunque Latinoamérica sobresale en resultados, el informe subraya que su ritmo de creación de unidades es menor al de Asia o América del Norte, lo que abre un margen importante para acelerar el crecimiento.
Otro ángulo relevante es cómo las nuevas empresas utilizan la tecnología para impulsar
valor. A nivel mundial, 54% de las organizaciones planea crear negocios basados en datos y analítica en los próximos cinco años, y 84% incorporará inteligencia artificial en sus procesos de construcción. En contraste, en América Latina estos porcentajes bajan a 39% y 67%, respectivamente, lo que refleja una brecha de adopción que podría impactar la competitividad si no se atiende.
Hacia adelante, los sectores que impulsarán la mayoría de nuevos negocios en la región se concentran en industrias avanzadas, tecnología, telecomunicaciones, energía y materiales, con especial énfasis en modelos de suscripción y soluciones sostenibles. Para McKinsey, esto coincide con la tendencia global que proyecta que, hacia 2030, las nuevas empresas corporativas aportarán cerca del 19% del total de ingresos, por encima del 12% promedio de los últimos cinco años.
América Latina emerge, así, como una región donde la creación de nuevos negocios no solo es una herramienta para resistir ciclos económicos adversos, sino una vía para acelerar la transformación digital, fortalecer la resiliencia operativa y abrir puertas a sectores que tradicionalmente no formaban parte del portafolio de las grandes corporaciones. El mensaje para las organizaciones está claro: innovar desde adentro es una ventaja competitiva en un mercado que exige adaptación constante.





