De monederos digitales a bancos
- Walter Rivera
- hace 23 horas
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Una destacada fintech latinoamericana, respaldada por uno de los gigantes del comercio electrónico regional, está dando un paso estratégico que podría redefinir el mapa financiero de América Latina: su transformación en entidad bancaria.

(M&T) –. Con más de 25 millones de usuarios activos y una creciente oferta de productos financieros, la plataforma Mercado Pago ha iniciado los trámites regulatorios necesarios para obtener licencias bancarias en algunos de los mercados más relevantes de América Latina.
Una evolución natural
Desde su nacimiento como una pasarela de pagos digitales, Mercado Pago ha evolucionado hacia una oferta financiera cada vez más robusta. Actualmente, proporciona cuentas digitales, tarjetas de débito y crédito, seguros, inversiones y créditos personales y comerciales. Sin embargo, carecer del estatus de banco ha limitado su capacidad para captar depósitos a gran escala y operar con mayores márgenes en servicios financieros.
Según declaraciones recogidas por el medio iProfesional, “el objetivo es ampliar la oferta de servicios bajo una estructura regulada que otorgue mayor confianza a los usuarios y permita competir en igualdad de condiciones con la banca tradicional” (iprofesional.com, 2025).
Un desafío para la banca tradicional
La transformación de Mercado Pago en entidad bancaria plantea un desafío directo para el sector financiero tradicional. Su masiva base de usuarios, su arraigo digital y su modelo ágil amenazan con acelerar la disrupción que ya experimentan los bancos ante el avance de las fintech.
En países como Brasil, México y Argentina, Mercado Pago ya gestiona un volumen de transacciones que supera al de muchos bancos medianos. En 2024, la plataforma procesó más de 240 mil millones de dólares en pagos, con un crecimiento interanual del 57%, según datos de la propia compañía.
Ventajas competitivas
Con el estatus bancario, Mercado Pago podrá:
Captar depósitos formales y operar cuentas de ahorro remuneradas.
Acceder a líneas de financiamiento mayorista.
Expandir su capacidad de otorgamiento de créditos a tasas más competitivas.
Integrar verticalmente servicios como cambio de divisas, leasing y pagos transfronterizos.
Además, el ecosistema Mercado Libre le proporciona una ventaja diferencial: una red de millones de vendedores y compradores que ya operan diariamente en la plataforma. Esto convierte a Mercado Pago en el brazo financiero natural de uno de los marketplaces más grandes del mundo hispanohablante.
La agenda regulatoria
La empresa aún no ha confirmado en qué país obtendrá primero la licencia bancaria. En Brasil, donde ya opera como institución de pago autorizada por el Banco Central, se especula que podría ser el primer mercado en concretar la transformación. En México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha mostrado señales de apertura, aunque el proceso podría ser más largo.
“Cada país tiene sus requisitos, pero estamos trabajando con los reguladores para garantizar una transición responsable, segura y transparente”, indicó un vocero de la compañía a iProfesional.
Implicaciones para el consumidor
Para los usuarios, el paso de Mercado Pago a banco podría traducirse en:
Mayor seguridad y respaldo legal sobre sus fondos.
Acceso a productos más diversificados y con mejores condiciones.
Posibilidad de integrar sus finanzas cotidianas en una única plataforma digital.
Sin embargo, la transformación también implica mayores exigencias regulatorias para la compañía, especialmente en materia de protección al consumidor, gestión de riesgos y cumplimiento fiscal.
¿Hacia una nueva banca latinoamericana?
La eventual bancarización de Mercado Pago simboliza un cambio de paradigma en la región: la consolidación de un modelo de banca digital, sin sucursales, basada en experiencia de usuario, velocidad de servicio y tecnología.
Si el proceso se concreta, estaríamos ante el nacimiento del primer “neobanco continental” de América Latina, con presencia real y operativa en múltiples países, y con un alcance demográfico que supera al de muchos bancos centenarios.
En definitiva, la entrada de Mercado Pago al mundo bancario no es sólo una estrategia empresarial. Es una señal clara de que la banca del futuro (en América Latina y el mundo) será, irremediablemente, digital.