¿Cómo transformar datos en emociones en la economía naranja?
- M&T
- hace 23 minutos
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¿Puede un algoritmo entender la emoción detrás de una idea? En un entorno donde la inteligencia artificial optimiza clics, predice comportamientos y automatiza procesos, el desafío para las marcas creativas no es reemplazar la chispa humana, sino aprender a colaborar con la tecnología para generar experiencias auténticas y memorables.

(M&T)-. La Economía Naranja, concepto desarrollado por Pedro Felipe Buitrago Restrepo e Iván Duque Márquez, se define como “aquellas actividades que transforman ideas en bienes y servicios culturales y creativos, cuyo valor radica en su contenido intelectual”. En este ecosistema, la creatividad humana sigue siendo el motor esencial. Sin embargo, su interacción con la inteligencia artificial (IA) abre una nueva etapa para las industrias culturales, donde eficiencia y sensibilidad pueden coexistir.
De acuerdo con Gonzalo Martínez, director general de Bombay (empresa del sector creativo), “la IA optimiza procesos y ofrece información valiosa, pero la creatividad humana impulsa la innovación y la diferenciación”. Esta visión refleja un cambio de enfoque: la IA no reemplaza el pensamiento creativo, lo amplifica, permitiendo que las marcas encuentren equilibrio entre precisión analítica y conexión emocional.
Mike Ruiz, director general creativo de Bombay, destaca que el éxito en la Economía Naranja exige medir más allá de los indicadores de eficiencia. La clave está en evaluar la conexión emocional, la resonancia cultural y el fortalecimiento de la marca, variables cualitativas que determinan la verdadera influencia de una campaña.
Cuatro estrategias para potenciar la creatividad con IA
1. Inteligencia Artificial para investigación e insights
La IA transforma la etapa de investigación al analizar tendencias, comportamientos y audiencias con una eficiencia inédita. Este enfoque permite a los equipos creativos partir de información más profunda y precisa, identificando oportunidades culturales y contextuales. Como señala John Howkins en “La Economía Creativa”, el universo naranja habita en la intersección entre cultura, innovación y propósito; la IA ayuda a trazar ese mapa.
2. Automatización para liberar talento creativo
La automatización permite que los equipos dediquen su energía a idear, no a ejecutar tareas repetitivas. Gestionar campañas, optimizar anuncios o generar reportes ya no requiere intervención manual constante. La tecnología se encarga de la eficiencia operativa, mientras los creativos se concentran en generar ideas disruptivas y emocionalmente resonantes.
3. Colaboración humano-IA en la generación de ideas
En un estudio creativo moderno, la IA es el asistente incansable que genera cientos de variaciones de mensajes, tonos o visuales, mientras la mente humana actúa como el director de orquesta. La intuición, la empatía y la visión siguen siendo insustituibles para definir lo que realmente conecta con las audiencias. La tecnología amplía los límites, pero el corazón humano da sentido.
4. Evaluación de impacto integral
En la Economía Naranja, los clics y las conversiones ya no bastan. Las marcas que prosperan son aquellas que miden el impacto emocional y cultural de sus acciones. Se trata de analizar cómo una campaña inspira, moviliza o genera identidad. Este enfoque convierte la creatividad en una herramienta de transformación social y económica.
“La interacción entre algoritmos e imaginación definirá el futuro de la comunicación”, concluye Mike Ruiz. En este nuevo paradigma, la colaboración entre IA y creatividad no es una tendencia, sino una ventaja competitiva que determina quién conecta con las audiencias y quién queda atrás.





