¿Cómo transforma el turismo urbano el empleo en las ciudades modernas?
- Walter Rivera
- hace 5 horas
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Las ciudades no solo reciben visitantes: también reciben oportunidades. En un momento en que los destinos urbanos concentran la mayor parte del flujo turístico mundial, cada viaje puede convertirse en un impulso directo para los negocios locales, los ingresos familiares y el crecimiento económico sostenible.

(M&T)-. Cuando una ciudad invierte en turismo, invierte (de manera inmediata) en su gente. Un caso emblemático es Marrakech, que en 2024 recibió a casi 4 millones de turistas.
Ese movimiento no solo dinamizó hoteles, restaurantes y comercios, sino que también fortaleció los medios de vida de vendedores ambulantes, guías, artesanos y pequeños emprendedores, demostrando cómo el turismo urbano se expande mucho más allá de los enclaves turísticos tradicionales. A escala global, el turismo ya representa alrededor del 10% del PIB mundial y sostiene 357 millones de empleos, una cifra que podría sumar 91 millones adicionales para 2035, según estimaciones del Banco Mundial.
El turismo urbano
La urbanización del turismo es evidente: el 75% de los viajes internacionales se concentra en ciudades, y en países como Colombia, el 85% del gasto turístico extranjero ocurre en solo seis centros urbanos. Esto significa que cada inversión en movilidad, patrimonio, seguridad o espacios públicos tiene un impacto multiplicado en la creación de empleo local.
Pero no todas las ciudades cumplen el mismo rol. Algunas, como Marrakech, funcionan como destinos en sí mismas; otras, como Berat (Albania), se convierten en puertas de entrada hacia zonas rurales y sitios naturales. En ambos casos, la infraestructura es determinante: sin transporte eficiente, servicios básicos confiables, conectividad digital o espacios seguros, ninguna ciudad puede mantener un flujo constante de turistas ni apoyar a sus emprendedores.
Los proyectos impulsados por el Banco Mundial muestran cómo las mejoras urbanas transforman oportunidades:
En Albania, la restauración de sitios históricos y la modernización urbana crearon nuevos empleos en Berat, Gjirokastra, Përmet y Saranda.
En India, un proyecto turístico en Uttar Pradesh generó casi 3000 empleos, mientras que las visitas internas crecieron 40%, pasando de 43 millones a casi 60 millones en 10 años.
En Tanzanía, la iniciativa en Zanzíbar ya ha brindado capacitación y empleo a 600 residentes, integrándolos a la dinámica del turismo urbano.
Sin embargo, la infraestructura por sí sola no basta. Las ciudades necesitan gestión turística profesional, coordinación entre instituciones, fortalecimiento de capacidades locales y alianzas sólidas con el sector privado. Cuando las municipalidades colaboran con empresas en hotelería, gastronomía, entretenimiento y servicios, el impacto se multiplica y genera cadenas de valor más robustas.
El Grupo Banco Mundial destaca que su ventaja radica en combinar conocimiento profundo del sector, financiamiento en condiciones favorables y experiencia en planificación urbana.
Con 66 proyectos turísticos activos hasta 2025, la institución apoya a ciudades que buscan profesionalizar su oferta y convertir el turismo en un eje estratégico para el empleo.
Mirando hacia adelante, el éxito dependerá de proteger patrimonio y naturaleza, construir infraestructura resiliente, capacitar a mujeres y jóvenes, y diseñar políticas que prevengan riesgos como el exceso de turismo, la presión sobre la vivienda o la degradación cultural.
Con planificación y participación comunitaria, el turismo urbano puede generar empleos dignos, impulsar emprendimientos y fortalecer la identidad local.
En este Día Mundial de las Ciudades, el mensaje es claro: el turismo urbano no solo consiste en recibir visitantes, sino en construir ciudades que funcionen mejor para quienes las habitan. Hecho correctamente, el turismo impulsa empleos reales, promueve inclusión y abre caminos para que las comunidades inviertan en su propio futuro.





