Conozca las proyecciones clave del Banco Mundial para los mercados de productos básicos en 2026
- Walter Rivera
- hace 18 minutos
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La estabilidad que algunos mercados empezaron a sentir en 2025 podría ser engañosa. Los precios mundiales de los productos básicos caerán en 2026 al nivel más bajo de los últimos seis años, marcando su cuarto año consecutivo de descenso, según el informe Commodity Markets Outlook del Grupo Banco Mundial.

(M&T)-. El hallazgo confirma un escenario en el que la energía más barata alivia la inflación, pero también revela un telón de fondo complejo: un superávit petrolero en expansión, tensiones geopolíticas persistentes y riesgos climáticos crecientes.
El reporte proyecta que los precios globales de productos básicos caerán un 7% en 2025 y otro 7% en 2026, presionados por el débil crecimiento económico mundial, la incertidumbre en políticas públicas y un excedente petrolero que continúa en aumento. Aunque los precios retroceden, el Banco Mundial advierte que siguen por encima de los niveles prepandemia: en 2025 serán 23% superiores a los de 2019, y en 2026 todavía un 14% más altos.
En el componente energético, el superávit de petróleo de 2025 alcanzó niveles que superan en 65% el último pico de 2020, impulsado por una demanda que crece más lentamente, el estancamiento del consumo en China y la adopción masiva de vehículos eléctricos e híbridos. El precio del crudo Brent pasará de un promedio de USD 68 en 2025 a USD 60 en 2026, el nivel más bajo en cinco años. La energía, como conjunto, disminuirá 12% en 2025 y 10% en 2026, moderando la inflación global.
En los mercados alimentarios también se observan bajas. Se estima que los precios descenderán 6,1% en 2025 y 0,3% en 2026, favorecidos por una producción récord de soja y mejores condiciones de oferta en café y cacao. Sin embargo, no todas las tendencias son favorables: los fertilizantes aumentarán 21% en 2025 debido al incremento en costos de insumos y restricciones comerciales, erosionando los márgenes de agricultores y aumentando la presión sobre la producción. En 2026, este segmento moderará su alza a 5%, aunque seguirá pesando sobre los costos agrícolas.
Los metales preciosos atraviesan una dinámica distinta. El oro (activo refugio por excelencia) crecerá 42% en 2025 y otro 5% en 2026, alcanzando casi el doble de su promedio entre 2015 y 2019. La plata también registrará máximos históricos, con incrementos del 34% en 2025 y del 8% en 2026, impulsados por compras de bancos centrales y una demanda reforzada durante periodos de incertidumbre económica.
El Banco Mundial advierte que los riesgos están lejos de disiparse. Si el crecimiento global se mantiene débil o persisten tensiones comerciales, los precios podrían caer aún más. Un exceso adicional de producción de la OPEP+ también presionaría a la baja los precios del petróleo. Al mismo tiempo, fenómenos como un La Niña más intenso o mayores sanciones internacionales podrían elevar bruscamente los precios energéticos y alimentarios. La rápida expansión de la inteligencia artificial, con su fuerte demanda de electricidad y metales como cobre y aluminio, también podría tensionar los mercados.
En este escenario, el Banco Mundial recomienda que los países aprovechen la ventana actual de precios energéticos más bajos. Según Ayhan Kose, economista en jefe adjunto, este es el momento para impulsar reformas fiscales, eliminar gradualmente subsidios costosos y redirigir recursos hacia infraestructura y capital humano, factores que fortalecen el empleo y la productividad a largo plazo.
La sección especial del informe revisa la historia de los acuerdos internacionales sobre productos básicos, concluyendo que los controles de inventarios, los cupos de producción o las restricciones comerciales rara vez logran una estabilidad duradera. En cambio, se sugiere apostar por producción más eficiente, innovación tecnológica, transparencia en datos y precios basados en el mercado como la vía más sólida para construir resiliencia.





