Clubes de membresía: El modelo de ingresos recurrentes que gana terreno en LATAM

Clubes de membresía: el modelo de ingresos recurrentes que gana terreno en LATAM

Impulsados por la necesidad de ingresos estables y consumidores más leales, los clubes de membresía se están expandiendo más allá de los gimnasios y plataformas digitales. En América Latina, se consolidan como una estrategia clave en sectores tradicionales y emergentes.

(M&T)-. En países como México, Colombia o Chile, el auge del e-commerce, la bancarización digital y los cambios en los hábitos de consumo han impulsado la adopción de esquemas de suscripción mensual o anual. Empresas como PriceSmart, Café Martínez, PetCo o incluso cadenas de clínicas dentales, han desarrollado clubes que ofrecen beneficios exclusivos, descuentos, entregas gratuitas o contenido especializado a cambio de una cuota fija periódica.

Más allá del beneficio comercial, el modelo permite a las empresas proyectar ingresos con mayor precisión, lo que es especialmente valioso en entornos económicos inestables. “Los ingresos recurrentes brindan previsibilidad, mejoran la liquidez y fortalecen la relación con el cliente, que pasa de ser un comprador puntual a un miembro activo”, explicó Enrique Cortés, director del MIT Sloan Center en México.

Para el consumidor, la propuesta también es atractiva: accede a productos o servicios con descuentos garantizados, atención personalizada y un sentido de pertenencia. Este valor emocional se refuerza con herramientas digitales que permiten seguimiento de hábitos de compra, recomendaciones automatizadas y experiencias premium. Según un informe de McKinsey, el 42% de los consumidores en Latinoamérica está dispuesto a pagar por algún tipo de membresía si percibe un ahorro real o conveniencia sostenida.

Sin embargo, no todo son ventajas. La saturación de modelos de suscripción puede generar fatiga, especialmente si las marcas no ofrecen una propuesta clara y diferenciada.

Además, la deserción de miembros sigue siendo un desafío: muchos usuarios cancelan suscripciones tras los primeros meses si no sienten que el valor supera la inversión.

Algunas startups regionales están innovando con esquemas híbridos, como membresías flexibles o personalizablessegún el uso, que permiten ajustar precios y servicios mes a mes. También surgen modelos colaborativos, como clubes de membresía entre emprendedores o pymes, que comparten audiencias y beneficios cruzados.

En un escenario donde la lealtad del cliente es más volátil y el flujo de caja más crítico que nunca, los clubes de membresía representan una oportunidad estratégica tanto para grandes empresas como para negocios emergentes. Siempre que se priorice la experiencia del usuario, el modelo puede traducirse en una relación más estable, rentable y duradera.

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