Por Javier Paniagua
(M&T)-. ¿Siente que el dinero le alcanza? ¿Sabe cómo administrar su presupuesto y pagar cada mes sus deudas? ¿Desea estabilidad en sus finanzas personales? Contar con una fuente de ingresos estable muchas veces agiliza la organización de los compromisos de pago.
No obstante, contar con fuentes de ingresos invariables no tiene que ser un calvario. En ambos escenarios se puede construir un plan para alcanzar tranquilidad financiera mensualmente.
Elizabeth Sánchez, consejera financiera con más de 7 años de experiencia, y fundadora de Mindful Finance, comparte varios consejos y trucos para montar y ejecutar un presupuesto cuando se tienen ingresos variables.
A continuación, listaremos cuatro puntos importantes que nos ayudarán a planificar y ejecutar de mejor manera nuestros presupuestos de ingresos variables:
Fuentes de ingreso. El primer de ellos es entender es que los ingresos van a cambiar dependiendo de cada persona y su área de trabajo. Es importante entender cuáles son las fuentes de ingreso con las que se cuenta y no pensar en cantidades, sino en las acciones que tienen que ocurrir para obtenerlos. Tener estos números claros facilita asegurar los ingresos mínimos para cubrir los gatos requeridos. Ejemplo: Vender 500 productos o atender a 10 clientes, cerrando 5 proyectos equivale a X comisión.
Presupuesto protegido. Es importante partir de un presupuesto que esté apegado a la realidad, es decir, que no sea ni muy pesimista, ni muy optimista. La manera más fácil de lograrlo es tomar el promedio de los ingresos de los últimos seis meses como parámetro; es decir, sumar las ventas de los últimos seis meses y dividirlas entre seis. Esto dará un buen punto de partida para darle forma al presupuesto.
Atención al detalle. Habiendo obtenido un promedio de ingresos, ya se puede formar un presupuesto con base en ello, e ir colocando los gastos, los ahorros y el pago de deudas; hasta que cada centavo tenga un propósito. Esto permitirá entender en qué se va a utilizar el dinero, organizando los gastos en categorías como casa, transporte, deudas y demás, sin dejar por fuera los ahorros. Para más información, no duden en revisar esta edición de Cuentas Claras donde se cubren todos los puntos básicos sobre cómo presupuestar.
Priorización. Para diseñar un presupuesto funcional es de suma importancia priorizar. Existe la posibilidad de que se tengan meses en donde los ingresos van a estar más altos y otros más bajos, por lo que es importante saber qué hacer en cada uno de estos casos. Elizabeth recomienda dividir los gastos y ahorros en 3 grupos principales:
Los gastos “VIP” van a ser lo más importantes. Aquí deben estar los gastos básicos como el pago de deudas y el ahorro de emergencia.
Los del medio son gastos que son importantes, pero no son vitales. Aquí pueden estar los ahorros de navidad o entretenimiento.
Los gastos de relleno son aquellos que se disfrutan, pero que se puede vivir sin ellos sin problema. Pueden ser el cafecito especial o la compra de otro par de tenis de los que ya no caben en el armario.
Una forma de distinguir unos gastos entre otros es utilizando colores para cada uno de estos grupos e ir marcando cada gasto con un color. Cuando los ingresos estén por debajo del promedio, se van a priorizar los VIP y una vez hayan sido pagados o ahorrados, se puede continuar con los del medio hasta que se terminen los ingresos. Esto evitará que se gasten lo que no se tienen.
Cuando los ingresos superen el promedio, es importante decidir en ese momento qué hacer con ese dinero. Por ejemplo, se puede ahorrar una parte para los meses de menos ingreso; aprovechar para completar el ahorro de emergencia o invertirlo en algún negocio. La decisión que se tome, desde que se haga con consciencia, será la correcta.
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