(M&T)-. Al cierre del I trimestre de 2022 la actividad económica local registró una alta tasa de crecimiento, no obstante, posee un ritmo desacelerado en comparación al 2021. Si bien, el crecimiento económico se desacelera, existe evidencia que el volumen de la producción local no ha sido altamente afectado por el entorno internacional.
Al mes de mayo, la producción nacional registró una variación interanual de 5,4%, medida por la variación interanual de la serie tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), continuando con la moderación en la actividad económica que se observa desde inicios del 2022; además, la disminución observada en la variación del índice responde a la pérdida de dinámica en la demanda externa debido al menor crecimiento que han experimentado nuestros principales socios comerciales debido la afectación generada por la guerra en Ucrania.
Ante ello, Mercado de Valores proyecta que la demanda interna crezca en el 2022 a una tasa de 2.0% y en 2023 a un 1.9%, en tanto la demanda externa se desacelere a una tasa de 0.4% en 2022 y -0.8% en 2023. Para el 2022, la disminución en la proyección se explica por una desaceleración en el consumo de los hogares. El conflicto bélico internacional agravó la situación económica mundial y aumentó las presiones sobre la inflación , ante lo cual los Bancos Centrales del mundo han aumentado sus tasas de política monetaria , y Costa Rica no es la excepción, esto implica que para los hogares y para las empresas las decisiones de consumo y de inversión se posterguen y se limiten.
El FMI proyecta una inflación de 6,6% en las economías avanzadas y 9,5% en las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Durante el 2022 la Reserva Federal de los Estados Unidos ha aumentado sus tasas de referencia en 1,5 p.p., por su parte el Banco Central Europeo aumentó su tasa 0.50 p.p.
De esta manera, Mercado de Valores proyecta un crecimiento del PIB de 2.4% en 2022 que luego se moderará a un 1.1% en 2023.
Hacia adelante, se espera un alto compromiso del actual Gobierno para alcanzar la estabilización de las finanzas públicas. A nivel internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó un crecimiento global del 2.6% en el 2022 y 2.9% en 2023 en las economías desarrolladas, permitiendo continuar con el dinamismo en las zonas francas debido a la demanda externa.
Banco Central continúa con el endurecimiento de la tasa de política monetaria
Entre diciembre de 2021 y junio de 2022, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ajustó al alza la Tasa de Política Monetaria (TPM), para un acumulado de 475 puntos base (p.b), esto, en respuesta a las presiones inflacionarias provenientes del exterior y la depreciación del tipo de cambio. Precisamente, a junio la tasa de inflación interanual se ubicó en 10.06%, dato ubicado por encima del rango meta (2% – 4%) establecido por el BCCR.
Adicionalmente, excluyendo los grupos de alimentos y transporte, la tasa de inflación se ubica en 3.92%, reflejando cómo la evolución del precio del petróleo y la crisis de escasez de insumos impactó al sector de alimentos.
Para el 2022 Mercado de Valores proyecta una tasa de inflación de 12.02%, dato explicado principalmente por el aumento en el precio del petróleo y los alimentos.
Ahora bien, una disminución en el precio del petróleo impactaría parcialmente a la baja la inflación. Asimismo, estimamos que continúe el aumento en la tasa de interés de la política monetaria producto de las presiones en la demanda agregada y el retiro de estímulos financieros de la Reserva Federal (FED). Este último punto marcará el ritmo de ajuste en las tasas de interés del Banco Central de Costa Rica (BCCR), por lo que su seguimiento es fundamental.
Cifras fiscales continúan mejorando
Las cifras a marzo mostraban una notable mejoría; se cumplieron de manera holgada los parámetros acordados con el FMI y la proyección del balance primario se revisó al alza de 0,4% a 0,8% del PIB para el 2022. Estos resultados son explicados por la evolución de los ingresos tributarios, los cuales crecieron a un ritmo mayor al estimado (18% de variación interanual), por lo que los ingresos totales en 2022 se estiman en 16,3% del PIB (aumentando el 15,9% estimado en enero). No obstante, no se estima ninguna mejoría relacionada al gasto, pero si se alerta sobre la existencia de riesgos de incumplimiento de la regla fiscal.
Los aumentos en la tasa de interés podrían tener efectos importantes sobre la deuda soberana. Estimaciones de Mercado de Valores apuntan a que un aumento de 100 p.b. en la tasa de interés implica un incremento de la deuda de 1.2% del PIB respecto a 2022, aumentando las necesidades de financiamiento para el Gobierno Central, y con esto se prolongaría la estabilización de la deuda-PIB hasta 2023, presentando riesgos en el crecimiento económico y en el cumplimiento de la regla fiscal a medida que aumentan las presiones de inflación.
Balance de Riesgos
La prolongación de la guerra entre Ucrania y Rusia puede continuar afectando el suministro de materias primas, así como los precios energéticos principalmente los del petróleo, y el suministro de productos alimentarios y fertilizantes.
Nuevas restricciones sanitarias, principalmente en China, podrían restringir aún más las cadenas de suministros y las dinámicas del comercio exterior podrían verse afectados nuevamente reduciendo aún más las perspectivas de crecimiento a nivel nacional.
Aumentos en la inflación, y eventualmente de la tasa de interés para contenerla, afectan la dinámica del crecimiento económico. Esta situación, en caso de no hacerse de forma controlada, pueden conducir a un enfriamiento de la economía mayor al deseado, por lo que los Bancos Centrales deben calibrar efectivamente sus políticas monetarias.
Los aumentos en la tasa de interés afectan directamente la deuda soberana a nivel nacional, por lo que el Gobierno Central requerirá más recursos para cubrir sus necesidades de financiamiento. Mientras a nivel internacional no se controlen los aceleradores de la inflación, los campos de acción política por parte del BCCR para contenerla se limitan, siendo el aumento en la tasa de interés el instrumento preferido, por lo que el riesgo de un aumento importante en la deuda soberana es latente.
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