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Transformar empresas hacia organizaciones más sanas dará grandes beneficios

Por: Gastón Oppel

(M&T).- Siempre se escucha hablar sobre lo que significa una crisis y las oportunidades que trae la aparición de estas. Aún más fuerte fue ese discurso durante la pandemia, que puso en jaque a casi todo el planeta, obligando a reinventar las formas de trabajo, de comunicación y hasta de ocio, sin embargo, para Sergio Meller, consultor disruptivo y director de Meller Transformación Organizacional, una crisis en sí misma no genera oportunidades, sino que estas depende de cuan preparadas se encuentren las organizaciones para poder adaptarse al entorno y responder de forma creativa.

“La base de esta preparación no se encuentra solo en la robustez de sus indicadores duros, sino en aquellos aspectos, casi intangibles, que conforman la cultura de una organización”, explicó el consultor.

Para comenzar a generar pequeños cambios en las organizaciones, Meller propone algunas estrategias para implementar y que ayuden a mejorar el ambiente laboral:

La primera, es aplicar la Regla 30-70. Esta indica que durante las reuniones o conversaciones de equipos de trabajo, es fundamental que los líderes escuchen a sus trabajadores el 70% del tiempo y que ellos hablen solo el 30%.

“Es impresionante lo que genera la escucha activa y empática. El líder deja de tener el monopolio de la palabra y el equipo empieza a producir e involucrarse de mejor forma”, dijo Meller.

La segunda, consta en generar una red de contención entre pares, ya que en momentos como el actual, los errores no forzados pueden crecer de forma exponencial.

“Muchos colaboradores están intentando trabajar desde sus hogares, en espacios muy reducidos, con los niños en casa, haciendo de docentes, cuidando a algún familiar de alto riesgo, compartiendo computadoras por turnos o compitiendo por algo de banda ancha. Esta situación debe llevar a las empresas buscar estrategias que minimicen los errores. Por ejemplo, hacer doble chequeos, pedirle a algún par que revise sus números, entre otros”, explicó Meller.

La tercera, es definir rutinas diarias o semanales con el equipo de trabajo. Para esto, recomienda hacer reuniones de aproximadamente 15 minutos para iniciar y cerrar el día de trabajo. Esto ayuda a que los integrantes de un equipo sepan que no están solos y aprovechen esos momentos para pedir u ofrecer ayuda, como también para coordinarse los trabajos.

Las reuniones son un buen espacio para definir rutinas diarias o semanales con el equipo de trabajo


En cuarto lugar, Meller recomienda que los líderes de la empresa hagan una redistribución de las tareas. Esto da la posibilidad a los colaboradores a hacer otro tipo de trabajo que le pueda permitir aportarle aún más a la organización en tiempo de crisis. “Esto permite incrementar el conocimiento del trabajador sobre la organización y a la vez la empleabilidad de sus colaboradores”, dijo el consultor.

Por último, también aclaró que es fundamental que la organización brinde seguridad psicológica a los colaboradores, así como detectar los elementos que provocan que algunos trabajadores se resistan al cambio, y poner el foco en el aquí y ahora; es decir, no “perder el tiempo especulando sobre el futuro que aún no llega y poner atención en nuestros clientes, la calidad de nuestros servicios y los mismos trabajadores de las organizaciones, es vital para que una empresa acelere su proceso para fortalecer su gestión organizacional”, concluyó Meller.

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