(M&T)-. Los procesos de mejora continua toman cada vez más relevancia entre las organizaciones para que éstas puedan fortalecer y hacer crecer sus operaciones.
Para lograrlo, es muy importante conocer cómo se encuentran sus diversos procesos internos y cuáles son esas oportunidades de mejora que tienen para aprovechar el mercado. Para ello, una herramienta fundamental es la auditoría interna.
Esta herramienta es un proceso de verificación interno que permite corroborar el nivel de cumplimiento y conformidad con el que cuenta una organización, según un criterio establecido (norma o esquema) y alcance definido (producto, proceso o servicio).
De acuerdo con Carolina González, consultora asociada de la frma TAMA Adv., una auditoría interna lo que busca es evaluar de manera interna si el sistema de gestión de la empresa cuenta con el nivel de cumplimiento o conformidad necesaria para optar o mantener una certificación. O también para tener claridad si cumple con los requisitos que les solicita un cliente o la parte regulatoria.
“Las auditorías internas se deben ver como un proceso enriquecedor para la organización. Esto porque permite tener noción del nivel real de conformidad con el que esta cuenta para impulsar un enfoque de mejora continua en sus procesos y operaciones, ante una posible auditoría de su cliente o de una certificación. Si conocemos de forma real nuestros puntos débiles, podemos enfocar los esfuerzos en evaluar y mejorar esos procesos débiles que se identifcaron”, afrmó González.
¿Cómo realizar una auditoría interna en la organización?
Para la consultora de TAMA Adv., lo primero que una empresa debe contemplar a la hora de realizar una auditoría interna, es que, en caso de utilizar personal interno, estar seguro que el mismo sea competente e imparcial.
Esto significa que nadie evalúe su propio trabajo, y que las personas, además de conocer los procesos a evaluar y los criterios, también tengan las competencias necesarias como auditor. Esto para poder gestionar el proceso de manera correcta.
“Si no se cuenta con esta posibilidad, siempre será de gran utilidad contar con personal externo experto que permita realizar una evaluación conforme a un enfoque de mejora y de manera imparcial. Es importante que este personal externo cuente con la experiencia necesaria. No es simplemente conocer las normas o esquemas. Debe contar con las habilidades necesarias como auditor para obtener la información que se requiere y que permita evaluar los sistemas demanera integral, efciente y efcazmente”, comentó González.
Entre los principales cambios que puede impulsar una auditoría interna en la organización está el fortalecimiento de la cultura organizacional. Esto siempre y cuando, dijo la consultora, la auditoría y sus resultados se vean como una oportunidad de mejora. Además, puede fortalecer también los procesos de la organización, inclusive a sus colaboradores.
“Una auditoría interna, nos permite tener claridad de dónde enfocar los recursos y obtener mejores resultados en las auditorías de clientes o de certifcación”, señaló González. Añadió que las auditorías son procesos lineales planifcados. Debido a ello, existen actividades mínimas a desarrollar. Algunas son la planificación y programas de auditoría, los planes de auditorías que describen las actividades a realizar. Así como los informes que permiten detallar el nivel de conformidad existente.
Para la experta de TAMA Adv., las organizaciones deberían realizar auditorías internas de forma continua. De hecho, afrma, no deberían pasar más de 12 meses entre una auditoría y otra. Lo anterior permite garantizar que la conformidad se mantenga y, especialmente, que se mejore.
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