¿Podrá República Dominicana mejorar el tránsito cambiando el horario laboral?

Propuesta gubernamental busca cambiar horarios laborales en el sector privado para mejorar tránsito en el Gran Santo Domingo.

El Gobierno dominicano ha planteado una propuesta para modificar los horarios laborales del sector privado como parte de un esfuerzo integral para aliviar la congestión vehicular que afecta diariamente al Gran Santo Domingo. La medida, que busca escalonar las horas de entrada y salida de los trabajadores, se suma a otras iniciativas en marcha como el fortalecimiento del transporte público y la modernización de la infraestructura vial.

Según adelantaron autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), el plan contempla que sectores económicos específicos —como servicios, comercio e industrias— adopten horarios diferenciados, de modo que no todos los empleados se desplacen simultáneamente en las llamadas “horas pico”. Actualmente, las principales vías del Gran Santo Domingo colapsan entre las 6:30 a.m. y las 8:30 a.m., y nuevamente entre las 5:00 p.m. y las 7:00 p.m., lo que genera pérdidas económicas, estrés social y un impacto ambiental significativo.

Entre los principales beneficios de la medida destacan:

Descongestión vial: Se reduciría el volumen de vehículos circulando al mismo tiempo, mejorando el flujo de tránsito.

Aumento de la productividad: Menos tiempo en atascos podría traducirse en empleados menos estresados y más productivos.

Reducción de la contaminación: Una circulación vehicular más fluida puede disminuir las emisiones de carbono.

Optimización del transporte público: Los autobuses y el metro operarían con una demanda más distribuida a lo largo del día, evitando la sobresaturación.

Sin embargo, la implementación no está exenta de desafíos:

Coordinación intersectorial: Será necesario alinear a empresas privadas, sindicatos y gremios para consensuar los cambios.

Impacto en servicios complementarios: Sectores como educación, salud, comercio y transporte deberán sincronizar sus operaciones para evitar desajustes.

Resistencia al cambio: Algunos empleadores y empleados podrían mostrarse reacios por temas de logística familiar, transporte y conciliación entre vida laboral y personal.

Fiscalización y cumplimiento: El Estado deberá definir cómo monitorear que las empresas apliquen efectivamente los nuevos horarios.

Expertos en movilidad urbana ven la medida como “ambiciosa pero necesaria” ante el rápido crecimiento demográfico y vehicular del Gran Santo Domingo. No obstante, advierten que debe acompañarse de campañas de concienciación, incentivos a las empresas y una revisión constante de los resultados, para asegurar que se logren los objetivos sin perjudicar la economía ni la calidad de vida de los ciudadanos.

El Gobierno ha anunciado que abrirá una mesa de diálogo con el sector privado y otros actores relevantes en las próximas semanas. Se espera que de estos encuentros surja un plan piloto para evaluar la viabilidad del cambio de horarios antes de proceder con su adopción a gran escala.