(M&T) – Los acelerados cambios que el mercado ha venido presentando; no han sido por ocurrencia, muchos fenómenos y sucesos, han puesto en la mesa diferentes retos y desafíos; que los CEOS en las corporaciones, han tenido que considerar.
Es de importancia recordar que un sector de las corporaciones actuales; han quedado con métodos de la sociedad industrial, por lo que la llegada de fenómenos como el covid-19, han propiciado la aceleración de nuevas estructuras organizacionales, además de la reinvención de los puestos de trabajo, enfocándose en metodologías como el teletrabajo, las videoconferencias y reuniones virtuales, mencionando algunos casos.
Para la sociedad postpandemia, las empresas modernas sean estas de carácter nacional e internacional, deben visualizar nuevos conceptos o criterios como la flexibilidad laboral y la calidad de vida, sin dejar de lado el fenómeno de los nómadas digitales, este último criterio esta tomando gran fuerza ya que, se enfocan mucho en factores combinados como el trabajo acompañado de la calidad de vida, en donde no necesariamente la jornada laboral está enfocada en las tradicionalidad de las ocho horas, sino que más bien, buscan puestos de trabajo que los evalúen por objetivos/metas, además de disponer de, lugares en contacto con la naturaleza que les permita el libre cumplimiento de sus funciones, además de la recreación mental.
Hoy las corporaciones modernas, que están implementando nuevos cambios en su estructura, se mueven por conceptos como los siguientes, adiós a la organización jerárquica y las estructuras piramidales, este principio es de importancia, ya que se están enfocando en la creación de redes virtuales con equipos de trabajo, cuyo principio se enfoca, en la autonomía, responsabilidad compartida y la toma de decisiones conjunta.
Otro criterio de relevancia son los proyectos con sentido de responsabilidad social y valores compartidos, la nueva fuerza de trabajo, busca corporaciones que les permitan, participar y proponer proyectos que contengan principios y propósitos benéficos para la sociedad, además de una alta cultura organizacional y acciones de ética, donde la fuerza laboral fomente acciones e iniciativas, de estabilidad y equilibrio emocional.
El experimento de ensayo-error será clave en estos nuevos tiempos; ya que la rigidez, previsibilidad de mercado y la certidumbre son elementos, que han sido desplazados, por la rapidez de cambios; que los factores situacionales están haciendo repensar a las mesas directivas, por lo que experimentar, vivir y fallar se convertirán en parte de los pilares de crecimiento de las corporaciones.
La cadena de mando y las ordenes tradicionales, ya no son un estilo de vida, por lo que el (a) nuevo (a) líder debe pregonar con el ejemplo y ser capaz de involucrarse, con los equipos de trabajo, participando, delegando y hasta siendo abierto y receptivo, en los procesos de toma de decisiones.
También esta la libertad de trabajar, lo que implica responsabilidad y confianza hacia los integrantes de equipos, cuyos resultados se evalúan por logros y cumplimiento, se incluyen elementos como la creatividad y las soluciones no convencionales.
Se debe considerar también la transparencia y los datos compartidos, ya que para poder conocer la realidad de la empresa se requerirá, de los datos o resultados reales, acompañado de que los colaboradores puedan tener acercamiento directo, con sus líderes y que puedan preguntar sobre decisiones, que implique el bienestar y estabilidad del clima organizacional.
Nuevos tiempos requieren de nuevos cambios, por lo que los CEOS, deben tener clara consciencia, de que para mejorar lo existente, se debe apostar por reinventar las estructuras organizacionales tradicionales.
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