Por: Max Sequeira Cascante, Director y Conductor de Café Empresarial -Consultor de Gestión Empresarial-Conferencista Internacional-Profesor Universitario
(M&T) – El desarrollo económico, es el poder analizar y estudiar de forma constante y deductiva, los diferentes actores que juegan un papel fundamental, en el crecimiento estratégico, de una comunidad, provincia, país o región, por lo que en estos tiempos de gran relevancia; establecer guías y conductores que propicien el fomento y evolución de una economía es algo indispensable.
Es una gran máxima seguirse planteando nuevas formas y herramientas de crecimiento, que le permitan a una nación poder desarrollar sus ventajas competitivas y comparativas. Ya que pensar en alianzas estratégicas solo como acciones de intercambio comercial, entre los diferentes actores no es una cuestión, que se debe considerar.
El termino o concepción como tal, va más allá de lo anteriormente descrito; porque pensar en alianzas estratégicas es tener consideración, en consolidar acuerdos escritos debidamente tipificados y establecidos, por entes y actores participantes, que tengan que ver con el paisaje económico.
Esto implica estudiar todas las variables y factores de consideración, que permitan el sustento y crecimiento que los países pueden llegar a generar, en todas sus aristas, ya que la finalidad de una herramienta de esta magnitud, es el poder contemplar las situaciones de riesgo/beneficio que sean de vital importancia, para los expertos Comini y Berguez, en el Anuario de Integración (2017), se menciona lo siguiente. Así, en la búsqueda de un desarrollo y un crecimiento más sustentable que permitiera la preservación de los avances sociales y políticos alcanzados por los gobiernos de años previos y que, a su vez, potenciara las oportunidades de cambio (o de continuidad), los Estados latinoamericanos fueron modificando su sistema de alianzas con el objetivo principal de tejer la trama indicada que les proporcionara los mecanismos adecuados para alcanzar sus intereses políticos, económicos y sociales.
Es importante comprender y valorar que la suscitación de las alianzas estratégicas es buscar en sí, el pleno crecimiento y desarrollo económico de los países o regiones, por lo que es crítico establecer los primeros contactos de carácter oficial, suscitando rondas de negociación, donde se redacte de carácter legal, las principales características y puntos que se deben suscitar en acciones de esta magnitud.
Pero también se deben estudiar aquellos puntos o elementos que pueden ser discordantes, ya que la protección de ciertos sectores es de relevancia, y esto no se puede dejar de lado.
Además de que siempre es bueno analizar estos criterios de importancia, para considerar:
-Factores antropológicos, arqueológicos, sociológicos e históricos de estudio regional.
-Estado de la economía y sus principales actividades.
-Sectores de Desarrollo y competitividad.
-Sectores de Riesgo Social.
-Recursos, ventajas competitivas y comparativas.
-Tecnologías existentes.
-Intercambios de conocimiento intelectual.
Esto es apenas una parte de elementos y factores por estudiar, ya que poder concretar alianzas estratégicas; se requiere de la ayuda y cooperación mutua entre sectores público y privado, por el bien y evolución de un país o región, que permita la facilidad de poder llegar a grandes acuerdos de negociación.
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